Terminar una relación nunca es fácil. En el momento de la terminación, de la duración de la relación o de quien resolvió terminar, ese es un momento delicado y que puede provocar una serie de sentimientos y reacciones diversas en las personas - tristeza, nostalgia, decepción, alivio, arrepentimiento, necesidad de adaptarse una nueva realidad.

Si esta adaptación y aceptación del fin de la relación ya es complicada en cualquier fase de la vida, durante el embarazo la situación puede ser aún más compleja. Al final, en el embarazo, el mix de sentimientos también incluye la preocupación con el bebé y con la salud de la gestante. "Debido a las alteraciones hormonales la mujer se vuelve más sensible durante la gestación y además de los cuidados físicos, es necesario equilibrar su estado emocional", comenta la psicóloga Lizandra Arita.

Es también una fase en que las opiniones externas llegan en todo momento y pueden impactar bastante las decisiones de los involucrados - lo que no siempre es positivo. Las ideas de que la pareja debe seguir junto al bien del bebé y de que la mujer es la única responsable del embarazo son frecuentes en una sociedad que es muy machista. Este tipo de pensamiento crea una presión en la gestante y genera sentimientos de culpa y dependencia que no hacen bien, ni para la mujer, ni para el niño. "Es necesario mucho coraje para enfrentar la situación. "Al término de una relación sin un niño sólo la pareja sufre, en este caso la madre necesita preocuparse por su bebé", evalúa la coach de maternidad y especialista en desarrollo humano Manu Maia.

No existe fórmula o un solo camino para hacer frente a la situación. El contexto de cada persona y relación es diferente y eso influye mucho en la forma de pensar y actuar. En este texto, encontrará algunos consejos que pueden ayudar en ese momento.

1. No sentirse culpable

Manu Maia recuerda que la mujer no debe sentirse culpable por el final de la relación. Además de la confusión de los propios sentimientos, juicios externos pueden hacer que la gestante sienta que es la única culpable por el final de la relación - y las cosas no son así. Hay que luchar contra el sentimiento de culpa para seguir adelante.

2. No quedarse en una relación que no hace bien. La idea de que la pareja se vuelve más cercana y más apasionada durante el embarazo no es siempre acorde con la realidad. Si la convivencia de la pareja no va bien y la relación no es sana, terminar puede ser la mejor opción. La decisión, que ya es difícil en cualquier circunstancia, es aún más pesada cuando la mujer tiene en cuenta al niño que está para nacer. Pero el embarazo no debe ser visto como una obligación para continuar en una relación que no hace bien. "Tanto la mujer como el bebé merecen mucho más que un hogar en el que la pareja tiene una relación conturbada y donde no hay más respeto o afinidad entre ambos. Si la gestante cree que su hogar no está sano y que no tiene una relación adecuada, debe sí terminar la relación para su bien y de su bebé ", aconseja Manu.

3. Pensar en el bebé, pero también pensar en sí

Es claro que pensar en las necesidades del niño es de gran importancia en un término durante el embarazo - después de todo, esto puede impactar en la salud inmediata del bebé y en su vida futura. Sin embargo, es imprescindible que la mujer también piense en sí misma y tenga en cuenta sus propias necesidades. "El hecho de estar embarazada y muy pronto ser madre no significa que la mujer tenga que colocarse en segundo plano. ¡Trabaja, estudia, tiene un tiempo para ti, cuídate, siéntete bonita, ame a tu bebé, planifica tu llegada y disfruta de tu gestación! ", Puntualiza Manu.

4. Buscar apoyo

"Es importante tener en cuenta que durante toda la gestación, la salud física y la salud emocional deben andar en equilibrio y ambas deben ser cuidadas. Una es tan importante como la otra. El equilibrio es esencial ", refuerza Lizandra.

Por eso, buscar apoyo hace toda la diferencia en ese momento - tener a alguien con quien desahogar, dividir las preocupaciones. Contar con la ayuda de la familia y de los amigos o optar por el seguimiento psicológico profesional pueden ser grandes pasos para hacer frente a la situación. Si es necesario, la gestante puede todavía buscar soporte de su médico para garantizar su salud y la del bebé. "La verdad es que la gestante no está sola, esa es la realidad de muchas otras mujeres, entonces es importante contar con el apoyo de personas que pasan por la misma situación", sugiere Manu. La coach indica la búsqueda de madres solteras o con los compañeros ausentes para conversar.

5. Adaptarse a la nueva realidad

Además de pensar en la llegada del bebé, lo que ya promete cambiar bastante la rutina de la mujer, hay que adaptarse al hecho de no estar más en una relación. "El tratamiento con los cambios no es una tarea fácil, sobre todo cuando se está embarazada. La maternidad es un momento único donde hay mucho que entender, planificar y hacer ", señala Manu.

Aquí, corresponde a cada una decidir lo que desea. El hecho de haber terminado durante un embarazo no significa que la mujer permanecerá soltera: encontrar una nueva persona y comenzar nuevas relaciones es algo completamente posible y normal. Preferir seguir soltera y criar al bebé sola, es también posible y normal. La mujer no debe sentirse obligada a seguir uno de los caminos por motivos ajenos. Ser madre soltera o embarcarse en una nueva relación es una decisión que le corresponde sólo a ella.

Si el deseo es mantener al padre presente en la vida del niño, incluso después de la separación de la pareja, es importante llegar a un acuerdo que deje a todas las partes involucradas cómodas - madre, padre y bebé.

Hay que destacar que cada persona es única. Esto significa que las situaciones no serán las mismas, así como los sentimientos involucrados y la forma en que la persona elige lidiar con los acontecimientos - lo que funciona para uno, no siempre va a funcionar para el otro.

Si usted está en esa situación, busque sus mejores maneras de enfrentarla, pensando siempre en lo que va a hacer bien y tiene más sentido en su vida. No es fácil deshacerse de las presiones externas o manejar juicios, pero es fundamental recordar que su opinión es la más importante.