Aunque el día del matrimonio sea de mucha alegría, es natural que en medio de tantas emociones, regalos y felicitaciones los novios tengan la impresión de que la conmemoración pasó demasiado rápido o que acabaron perdiendo detalles importantes del evento al tener que dividir las atenciones en tantos acontecimientos. Las fotografías, por lo tanto, son la mejor forma de registrarlo.
En el álbum de boda ciertamente estará una buena parte de los recuerdos del gran día de los novios. Un recuerdo que vale no sólo para la pareja, sino para los parientes, amigos y futuros hijos y nietos, que podrán conferir el registro de un momento tan marcado.
Por eso, mucha atención a la hora de elegir el fotógrafo de la boda. Incluso si el presupuesto es apretado, vale la pena invertir en la contratación de un servicio profesional y tener un resultado de calidad.
Si no conoce a ningún fotógrafo, lo mejor es conversar con personas que se casaron recientemente para recoger indicaciones y contactos. Disfruta y pide ver los álbumes de ellos.
Contratar a un profesional por e-mail o teléfono, sin antes ver ninguna muestra del trabajo o porque simplemente le gustó una foto que vieron en Internet puede que no sea una buena idea. Lo mejor es programar una visita para conocer de cerca su trabajo y ver si corresponde a sus expectativas. Otro punto importante es decidir el estilo pretendido de las fotos: más clásicas, artísticas o dirigidas al fotoperiodismo.
Un buen entramado entre el fotógrafo y los novios también es fundamental. La pareja necesita estar a gusto con la presencia constante del fotógrafo durante los preparativos, la ceremonia y la fiesta. Si esto no ocurre, el resultado puede ser un álbum con fotos poco naturales.
Compruebe que él mismo hará las fotos o, en el caso de una empresa, si será otro fotógrafo. En este caso, solicite fotos de la persona que se encargará el día del matrimonio. Por más que digan que el equipo trabaja con el mismo estilo de fotos, el resultado puede no ser esperado.
A la hora de firmar el contrato, no se olvida de acertar todos los detalles en relación a las horas que él quedará en la fiesta, si llevará o no un ayudante. Es importante también dejar previamente establecidos los plazos de entrega de las copias y del álbum listo.