Ochenta años de una historia marcada por la pobreza, el racismo y la violencia, pero también por el talento incontestable y por la fuerza de una mujer que, a pesar de todo, sobrevivió. Nuestra mujer inspiradora de hoy es Elza Soares, elegida la "cantante brasileña del milenio" por la BBC de Londres en 1999.
Trayectoria de Elza Soares
Elza da Conceição Soares nació en la favela de la Moza Bonita, en Río de Janeiro, en 1937. Hija de una lavandera y de un obrero, fue obligada por el padre a casarse con apenas 12 años. Al año siguiente, dio a luz a su primer hijo. Fue justamente para poder comprar remedios para el recién nacido que Elza resolvió participar oculta del programa de Ary Barroso en Radio Tupi - incluso su familia está en contra.
En la ocasión, la niña de apenas 38 kilos que usaba ropa remendada por alfileres y que tenía una manera muy humilde de hablar causó espanto al presentador. De forma sarcástica, Barroso preguntó de qué planeta había venido, despertando carcajadas en la platea. "Del planeta Hambre", respondió Elza, mostrando que no había nacido para aceptar callada lo que la vida parecía querer imponer. La voz y el talento de la pequeña cantante impresionaron al presentador, haciéndole declarar que "una estrella acababa de nacer en ese momento". A pesar de haber ganado algún dinero con la participación, el hijo de Elza Soares no resistió. Las tragedias, por desgracia, no pararon por ahí: cuando tenía sólo 15 años, Elza perdió su segundo hijo. En total, la pareja tuvo siete niños - y fue así que la cantante se vio sola con cinco hijos cuando se convirtió en viuda a los 21 años. En esa época, ella empezó a trabajar como limpiadora y empleada doméstica, pues antes el marido le prohibía trabajar fuera.
Además de la muerte de sus dos hijos, Elza pasó por el trauma de tener a su hija Dilma secuestrada. La niña se quedaba con una pareja, que recibía cierta cantidad para cuidar de ella mientras Elza trabajaba, hasta que un día ellos desaparecieron en el mundo con el niño. Madre e hija sólo se reencontraron muchos años después, cuando Dilma ya era adulta.
La voz que sobrevivió a la violencia
A pesar de todas las dificultades, Elza Soares nunca había desistido de cantar. Con su voz ronca inconfundible, ella conseguía hacer pequeñas presentaciones en la radio y la televisión. Cuando estaba empezando a ser reconocida en el escenario del samba, Elza conoció al célebre jugador de fútbol Garrincha, considerado héroe nacional, que en la época todavía estaba casado.
Con el divorcio del jugador, Elza fue masacrada por los medios y se volvió blanco de todo el país, que la culpaba por el hecho de que Garrincha abandonó a la mujer ya las hijas - aunque él ya había tenido tres esposas y no fuera tan cerca de sus hijos de las bodas anteriores. Elza recibió amenazas de muerte, tuvo su casa apenada por huevos y tomates y era llamada de "vana" y de "bruja".
Los insultos venían incluso de los propios amigos de Garrincha, que se irritaban porque la cantante no quería que él bebiera - en varias ocasiones, Después de casados, Elza llegó a rodar los bares de la ciudad pidiendo que nadie de ese alcohol al marido.
Aunque Elza ha intentado proteger a Garrincha del alcoholismo, su lucha no fue suficiente para impedir que el jugador, embriagado, chocara contra un camión. El accidente dejó la cantante y su hija Sara lastimadas sin mucha gravedad, pero su madre, Doña Josefa, murió al ser arrojada fuera del vehículo.
La pesadilla que Elza vivió con Garrincha no terminó ahí. Incluso casados y con un hijo, el jugador era extremadamente celoso y violento, y golpeó en ella varias versiones, incluso rompiendo sus dientes en una ocasión.
En 1982, Elza y Garrincha se divorciaron después de 16 años de matrimonio. Al año siguiente, el ex jugador murió de cirrosis, dejándola muy sacudida. Como si todo el sufrimiento no hubiera sido suficiente, el hijo de Elza y Garrincha falleció en un accidente de coche en 1986, con sólo 9 años. "Me dejan cantar. "Me dejan cantar hasta el final"
Incluso depresiva y habiendo intentado el suicidio, la cantante, con su talento que ya había recorrido el mundo, vio su carrera continuar. Así, en 1999 fue elegida por la BBC de Londres como "la cantante brasileña del milenio" - un reconocimiento más que merecido por quien pide que la "dejen cantar hasta el final" en la canción "La mujer del fin del mundo" el álbum homónimo de 2015, el primero con canciones inéditas.
Fue en este álbum también que Elza Soares parece haber conseguido dar voz a su revuelta contra la violencia que sufrió, por medio de la música "María de la Villa Matilda" y su emblemático verso "Usted se arrepentirá de levantar la mano para mí". No, el disco, que también critica el racismo, se ha convertido en referencia para la lucha feminista en el país. Con la repercusión, "La mujer del fin del mundo" ganó el Grammy Latino de mejor álbum de MPB, el Trofeo APCA de la Asociación Paulista de Críticos de Arte y el Premio de la Música Brasileña, entre varias otras indicaciones y conquistas.
Y cuando Elza Soares dijo que quería cantar hasta el final, ella no estaba hablando de la boca hacia fuera: "Dios es mujer", el próximo álbum de la cantante, que estará lleno de mensajes de empoderamiento femenino y homenaje a los orígenes africanos, está con que se celebrará en mayo de este año.
Lo que podemos aprender de Elza Soares
La historia de supervivencia de Elza Soares es una secuencia de lecciones inspiradoras. Estas son algunas que elegimos destacar pensando en el Día Internacional de la Mujer:
1. Mujeres fuertes también están sujetas a relaciones abusivas
No es raro ver críticas a mujeres declaradamente feministas que se ven involucradas en una relación abusiva. Como nos muestra la historia de Elza Soares, todas estamos sujetas a eso, por más fuerte que seamos. Hasta hoy, la cantante afirma que Garrincha fue un gran amor, tal vez el más grande de su vida. Por lo tanto, en lugar de cuestionar la fuerza o el empoderamiento de las víctimas, nuestro papel es dar apoyo a ellas y combatir la acción de los agresores.
2. Nuestra voz no puede ser callada
Elza Soares no pudo gritar mientras fue agredida por los medios, por la sociedad y por el marido, pero eso no calló su voz eternamente. Hoy, cerca de cumplir 81 años, la cantante sigue firme en su propósito de cantar la valorización de la mujer, la libertad sexual y el respeto a las etnias, aunque su salud casi no le permita más.
Hace años, la cantante sufre con un gravísimo problema en la columna causada por una caída del escenario y una cirugía, lo que le impide usar el salto 15 que tanto amaba. Aunque tenga que presentarse sentada y que el aliento ya no sea el mismo, Elza continúa transmitiendo su mensaje. 3. Debemos priorizar la unión entre las mujeres
Nadie diría que Elza Soares no es una legítima feminista, ¿verdad? Sin embargo, ella misma tenía dudas sobre ser una representante de ese movimiento. En una entrevista con el Huffington Post en 2015, al ser cuestionada sobre si se considera feminista, la cantante declaró: "Yo no sé lo que me considero [risas]. Yo soy mujer. Siendo feminista o no, soy mujer. Mujer que grita, que pelea, que busca para que suceda lo mejor. Siempre. "
Desgraciadamente, la palabra" feminista "todavía causa miedo en mucha gente - incluso en mujeres que han tenido una trayectoria de lucha y son ejemplos para todos nosotros. En esos casos, en vez de crear aún más desunión, que tal pensar que no todas las mujeres tuvieron oportunidad de entender lo que significa el feminismo?
Así como Elza Soares fue duramente criticada y amenazada, muchas de nosotros continúan pasando por situaciones parecidas. Las mujeres que vinieron antes de nosotros abrieron caminos, pero todavía necesitamos conquistar mucho más. Naciones Unidas, esta tarea será menos dolorosa.