Más gruesa que el fubá, la harina de maíz es un alimento accesible que puede ser utilizado en diversas recetas de panes, tortas, farofa y cuscús, entre una infinidad de preparaciones llenas de sabor y un colorido más vivo.
Conocido por la humanidad hace más de 7 mil años, el maíz es uno de los cereales más nutritivos disponibles para nuestra alimentación por ofrecer una serie de vitaminas y minerales, además de carbohidratos y fibras. Su importancia para nuestro desarrollo era tanta que el nombre dado a ese cereal por los indios caribeños significa "sustento de la vida".
Beneficios de la harina de maíz
Los beneficios del maíz se mantienen después de su procesamiento en harina y son buenas razones para que usted vea con más cariño para ese ingrediente. En el caso de que se trate de una fuente de zinc (un vaso tiene 2 mg, lo que representa el 25% de las necesidades diarias de las mujeres), la harina de maíz ayuda a nuestro organismo a aprovechar mejor los alimentos , facilitando la transformación de los carbohidratos en energía. Además, el cinc participa del metabolismo de las proteínas, permitiendo la construcción de los músculos.
Este beneficio también se da por el contenido de hierro de la harina de maíz (2,8 mg o 16% de las necesidades diarias de las mujeres por vaso), pues ese mineral es fundamental para el transporte del oxígeno hasta las células. En la falta de estos elementos, podemos sentir cansancio, indisposición e incluso tristeza e irritabilidad debido a la baja energía para realizar las tareas del día a día.
2. Estimula el sistema inmunológico
Este es otro beneficio de la harina de maíz conferido por los minerales cinc y hierro, que participan en la producción de las células de defensa y de la actuación de ellas en el combate a los microorganismos invasores.
Sin un consumo adecuado de estos minerales, quedamos más sujetas a resfriados, gripes e infecciones en general, además de que nuestro organismo toma más tiempo para recuperarse de una enfermedad.
3. Combate a la anemia
El contenido de hierro de la harina de maíz también nos ayuda a evitar la anemia ferropriva, que lleva a la disminución del número de células rojas (hematíes) en la sangre como consecuencia de la reducción de la hemoglobina (proteína presente en las células rojas ).
Como las hematíes son responsables del transporte de oxígeno hasta las demás células, permitiendo la generación de energía, la falta de hierro causa cansancio, debilidad e indisposición, lo que puede perjudicarnos en el trabajo y en los estudios.
4. Ayuda en la salud ocular
El maíz es un grano rico en carotenoides como la luteína y la zeaxantina, que tienen propiedades antioxidantes y protegen la retina contra los daños provocados por la luz, previniendo enfermedades como la catarata y la degeneración macular.
Además, la harina de maíz contiene betacaroteno, que se transforma en vitamina A por nuestro organismo y evita la ceguera nocturna.
5. Disminuye los índices del colesterol LDL
Debido a su contenido de fibras (8,5 mg o 34% de las necesidades diarias para las mujeres en un vaso), la harina de maíz ayuda a controlar los niveles de colesterol LDL, considerado el colesterol al disminuir la absorción de grasas por el intestino y favorecer su eliminación por las heces.
En consecuencia, este alimento contribuye a la salud cardiovascular por reducir el riesgo de la formación de placas de grasa en los vasos sanguíneos.
6. No tiene gluten
Como el maíz es un cereal exento de gluten, diferente del trigo, del centeno y de la cebada, la harina producida a partir de ese grano puede ser consumida por personas con enfermedad celíaca o con intolerancia a esa proteína.
De esta forma, la harina de maíz puede ser utilizada como sustitución a otras harinas en diversas preparaciones como tortas, tortas y masas, que pueden ser consumidas por esos pacientes o por quienes desean evitar el gluten por otros motivos.
Recetas con harina de maíz
Conozca algunas recetas que llevan harina de maíz y se pueden preparar fácilmente en su día a día:
1. Torta de harina de maíz
Además de ser una delicia para acompañar un cafecito recién pasado, esta torta es muy fácil de hacer, ya que todos los ingredientes se mezclan en la licuadora. El toque de parmesano deja el sabor aún más especial.
2. Farofa de huevo con harina de maíz
Esta farofa de maíz que lleva huevo frito en la mantequilla es excelente para acompañar la barbacoa, rellenar el pollo o incrementar el arroz con frijoles del día a día.
3. Tacos mexicanos
La harina de maíz deja estos tacos supercrocantes y con un hermoso color dorado - y esta receta aún sale mucho más en cuenta que comprar los tacos en el supermercado!
4. Pan sin gluten con chia
Este pan sin gluten lleva una mezcla de harina de maíz y de arroz para sustituir la harina de trigo y aún tiene el aumento de las semillas de chia, que aumentan la sensación de saciedad.
Aunque la harina de maíz es un ingrediente versátil y permite la preparación de platos muy sabrosos, vale la pena recordar que tiene cerca de 370 calorías en 100 gramos y presenta un alto índice glucémico, lo que significa que esta harina se transforma rápidamente en glucosa y causa un pico de insulina.