Los cabellos están constantemente expuestos a diversas agresiones que hacen que los hilos queden débiles, quebradizos y resecados. Además de los procesos químicos como coloración, cepillo progresivo y otros tipos de alisamiento, la contaminación, el viento y los rayos solares también dañan los mechones. No hay como escapar de los villanos que estropean los hilos y cuando los daños provocados por ellos son muy grandes, incluso los productos más específicos parecen no dar cuenta de acabar con ese aspecto horroroso de paja y dejar los cabellos hermosos y sedosos nuevamente.
Incluso muy dañados los cabellos todavía tienen salvación. Para ello existe la reconstrucción capilar , un tratamiento muy eficaz para tratar estos problemas, que devuelve la vida a los cabellos y sirve para prevenir daños más profundos a los hilos.La reconstrucción capilar se puede hacer en todo tipo de cabellos, desde los vírgenes hasta los que pasan por procesos químicos y están opacos, ásperos, resecados, embarazosos o quebrados fácilmente. Sin embargo, es muy importante que todas las señales sean evaluadas por la peluquería para que haga un diagnóstico del hilo de la cliente y pueda indicar el reconstructor más adecuado a la situación del cabello, la cantidad de aplicaciones del tratamiento y el intervalo de tiempo necesario entre ellas. Los intervalos entre las sesiones de reconstrucción capilar pueden variar entre dos veces por semana, una vez cada 15 días o una vez al mes.
El proceso deposita en los hilos proteínas, aminoácidos y minerales, que son hidratantes esenciales para la estructura física de los cabellos, pues tratan las capas externas de los hilos y son responsables por el brillo, la suavidad y el balance natural de las mechas.
Los resultados de la reconstrucción capilar se pueden ver en las primeras sesiones, los hilos ya muestran signos de recuperación en la textura, se vuelven más fuertes y resistentes. Pero para que el resultado sea completo y para garantizar la durabilidad del tratamiento realizado en el salón, es necesario hacer el mantenimiento en casa con productos que sean de la misma línea de los utilizados en la reconstrucción, así que los activos reconstructores permanecen en los hilos y prolongan los beneficios de la reconstrucción capilar.