Si el adelgazamiento es difícil, mantener el peso es más difícil aún. Eliminar los kilos extras es lo que pasa por la cabeza de diez entre diez mujeres. Pero en la práctica, parece difícil acertar la fórmula exacta para dejar el cuerpo esbelto.
Para perseguir ese objetivo, hay quienes apueste en las dietas de la moda, que generalmente prometen efectos milagrosos en poco tiempo. Pueden realmente aparecer, pero no son duraderos y el resultado de esto, es el engorda-adelgazamiento, engorda-adelgaza, engorda-adelgazamiento del temido efecto sanfona.
Para romper ese ciclo, hay que poner en práctica algunos consejos que te ayudar a adelgazar y no engordar más. Sepa ahora cómo acabar con el efecto sanfona.
1 - No salte el desayuno
Tomar un desayuno reforzado debería formar parte de la rutina de cualquier persona. Sin embargo, la falta de tiempo y la pereza llevan a mucha gente a salir de casa de estómago vacío.
La primera comida del día no lleva el nombre de desayuno por casualidad. Contando desde la última comida, el tiempo que pasamos durmiendo es un largo período de ayuno. Al despertar, el cuerpo comienza a gastar energía y otras hormonas despiertan la sensación de hambre.
Lo ideal es comer hasta una hora después de salir de la cama, es necesario suministrar más energía para tener energía y para que el cuerpo pueda realizar las actividades a lo largo del día. Por lo tanto, el título del desayuno de comida más importante del día es más que merecido.
Si se despierta sin apetito, tal vez sea porque su reloj biológico aún no ha despertado o por haber comido demasiado antes de dormir. Sin embargo, salir de casa sin comer no es la mejor alternativa. Pruebe a tomar un vaso de leche, una rebanada de queso blanco o comer una fruta, puede ser una manzana o un plátano con avena.
2 - Capriche en el plato
El plato de quien está de dieta no necesita (y ni debe) tener sólo ensalada. Para seguir una alimentación balanceada, es necesario consumir proteína, carbohidratos y grasa en la misma comida.
Es eso, nada de cortar radicalmente los carbohidratos y las grasas. Con la presencia de las proteínas, los carbohidratos son digeridos y absorbidos más lentamente. El resultado de esto es que el nivel de glucosa se balancea, su cuerpo tiene energía y usted tarda en sentir hambre de nuevo.
Una sugerencia de plato ideal es la famosa combinación de arroz, frijoles, filetes y ensalada. Pero atención: no de exagerar en el arroz (una cuchara rasa ya basta) y consuma carne roja siempre magra.
3 - Beba té durante las comidas
Los refrescos tienen azúcar y cafeína en la fórmula, ingredientes que inducen al organismo a producir adrenalina y elevar el nivel de glucosa en la sangre. Con los jugos de frutas, vino y cerveza, no es diferente. Estas bebidas se comportan como carbohidratos simples en el cuerpo y, aunque en cantidades menores, también aumentan la glucosa en el cuerpo.
Por eso, lo ideal es apostar en el agua y el té para acompañar las comidas. Otra dica para acabar con el efecto sanfona es beber una pequeña taza de café descafeinado después de la comida.