La traición es uno de los grandes motivos que llevan a las mujeres y, principalmente, a las parejas a los consultorios psicológicos. Las causas del relación extraconjugal son innumerables, pero la principal es la crisis en la boda. Por eso, muchas veces la mujer se culpa, sea porque no se siente más atractiva o porque no dio atención necesaria para el marido. La verdad es que el matrimonio (noviazgo, novia, amistad, etc) es construido por dos personas, por lo tanto las dos deben velar por el bienestar de la relación, así que si culpar es un error, pues nunca alcanzar la perfección de ser super esposas , super madres, super hijas y así sucesivamente. La persona que está a nuestro lado debe aceptarnos de esa forma o buscar ayuda (terapia) para que juntos puedan desarrollar una relación mejor. Entonces podemos decir que la traición no es excusa, es signo de falta de compromiso con la relación. Mantener un buen diálogo en cuanto a los deseos y frustraciones de la relación es una sugerencia importante para el mantenimiento de largas relaciones, ciertamente eso no evitará casos extramatrimoniales, pero seguramente ayudará.

Pero cuando ya hubo la

traición , el caso es mucho más complicado. Además del dolor, existe la quiebra de la confianza, nada de lo que la persona hablar a partir de ese momento tendrá valor. Por eso, la decisión de mantener o no la relación debe ser muy bien pensada. Muchas parejas deciden mantener la relación, pero en todo momento el tema de la traición viene a la luz haciendo la relación una tortura para quien traicionó y un sufrimiento para quien fue traicionada.Ya he visto a muchas mujeres no separarse para no dejar que sus maridos vayan a buscar a la otra, como si eso fuera una disputa de quien puede más, y no de quien se ama más al punto de renunciar a una relación en favor del amor propio y de la felicidad.

Reanudar una vida sola y llena de inseguridades después de una traición tampoco es fácil. Ciertamente, toda decisión acarrea pérdidas y ganancias, que deben ser comparadas como nuestros sueños y deseos. Por lo tanto, ante una traición el primer paso es deshacerse de la culpa, para que exista tranquilidad suficiente para reflexionar, conversar y pensar en las elecciones, partiendo del principio del amor propio y de la posibilidad de ser felices cuantas veces queramos.