El aceite de coco es una de las sustancias más comentadas del momento entre las alternativas naturales para acelerar el adelgazamiento. Cuando se habla de aceite, la idea que se tiene es de algo perjudicial para la salud. Sin embargo, este aceite se obtiene por medio de un proceso de fermentación del coco maduro (fresco o seco) que evita la oxidación de él y, consecuentemente, la producción del LDL, el colesterol malo.

De esta forma, el aceite de coco se vuelve altamente beneficioso para la salud, pues previene enfermedades, promueve la sensación de bienestar y aún da una ayuda para quien quiere perder peso.

¿Por qué el aceite de coco ayuda a adelgazarse?

El aceite de coco es rico en triglicéridos de cadena media, sustancias que favorecen el rápido vaciado del estómago y la absorción por el sistema intestinal. En el hígado, estos triglicéridos se transforman rápidamente en energía y no se depositan en el organismo. Por eso es considerado termogénico, es decir, capaz de elevar el gasto energético del organismo y generar calor, lo que aumenta la sensación de saciedad y quema calorías. Además, el consumo del aceite de coco genera saciedad, reduce el apetito y contribuye al adelgazamiento y la reducción de la grasa abdominal.

Otros beneficios del aceite de coco

Incluir el aceite de coco en la alimentación ayuda a adelgazarse, pero sus beneficios no paran ahí. El alimento es rico en ácido fenólico, una sustancia antioxidante que favorece la circulación sanguínea, reduce los niveles de colesterol y triglicéridos, previniendo enfermedades cardiovasculares.

El aceite de coco también tiene un papel importante en la disminución de la producción de radicales libres, propiedad que se debe a la acción directa de la vitamina E presente en la composición. Por eso, retrasa el envejecimiento. Otros beneficios del aceite de coco son mejorar el sistema inmunológico, acelerar el metabolismo, regular el intestino y dejar el cuerpo lleno de energía.

Cómo consumir el aceite de coco?

Por tener un sabor agradable, muchas personas prefieren consumir el aceite puro, pero puede ser utilizado como condimento para ensaladas o mezclado con los jugos y las vitaminas. El aceite de coco puede ser sometido a altas temperaturas, pero para preservar sus propiedades nutricionales, es preferible usarlo en preparaciones frías o en la finalización de platos calientes.

Lo ideal es comenzar con media cuchara de sopa e ir aumentando a los pocos hasta llegar a dos o tres cucharadas diarias. Pero nada de exageraciones en el intento de potenciar los beneficios del aceite, ya que el consumo excesivo puede provocar diarrea.

Ya es posible encontrar también el aceite de coco en cápsulas, una alternativa bien práctica para incluir el producto en la dieta, aprobada por la Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria). La indicación de consumo es de dos a cuatro cápsulas al día.