Para usted realmente saber si todo lo que come hace bien a su cuerpo, debe saber leer y entender las informaciones nutricionales y técnicas contenidas en la etiqueta de los alimentos. Además de saber qué significan valores nutricionales diarios o porciones, es necesario conocer el significado de cada ítem de la tabla, como el sodio y las grasas saturadas, por ejemplo.

Si usted es una mujer que se preocupa por lo que consume y con lo que sirve a la familia, no puede dejar de conferir la etiqueta de los alimentos. Pero, sólo mirar no sirve. Sepa lo que significa cada uno de esos elementos que usted encuentra en el reverso del embalaje de los alimentos y empiece a consumir alimentos más saludables.

Valor Energético: Se denomina valor energético la energía que es producida por el cuerpo humano a través de los carbohidratos, proteínas y grasas totales. Este valor se expresa en forma de kilocalorías y kilos, por las siglas KCAL y KJ, respectivamente. Las dos formas se aceptan para medir el valor energético.

Según la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria - ANVISA, 1 kilocaloría equivale a 4,2 kilojoules.

Carbohidratos: Son los responsables de ofrecer energía a las células del cuerpo, principalmente del cerebro. En general, los carbohidratos se encuentran con mayor facilidad en las masas, arroz, azúcar, miel, panes, harinas y tubérculos (patata y mandioca).

Proteínas: Son importantes componentes de los alimentos. Las proteínas son necesarias para el mantenimiento de órganos, tejidos y células. Carnes, huevos, leches y derivados, frijoles, soja y guisantes son fuentes naturales de proteínas.

Grasas totales: Principales fuentes de energía del cuerpo, las grasas ayudan en la absorción de las vitaminas A, D, E y K. Se llaman grasas totales porque representan el total de todos los tipos de grasas (de origen animal o vegetal) los alimentos.

Grasas saturadas: En general, la grasa saturada es un tipo presente en alimentos de origen animal, como carnes, quesos, leche integral, mantequilla, requesón y yogurt, por ejemplo.

Al observar el total de grasas saturadas, es necesario atentarse al hecho de que, cuando se consume en grandes cantidades, esas grasas pueden aumentar el riesgo de desarrollo de enfermedades del corazón.

Grasas trans o ácidos grasos trans: Esta grasa se encuentra principalmente en alimentos industrializados, por ejemplo, margarinas, galletas, helados, salchichas listas, que tienen como materia prima las grasas vegetales hidrogenadas.

El organismo humano no necesita grasas trans. Por este motivo, el consumo debe reducirse porque puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. De acuerdo con la ANVISA, no se debe consumir más que 2 gramos de grasa trans al día.

Fibra Alimentaria: Este nutriente se puede encontrar en alimentos de origen vegetal, principalmente, como frutas, hortalizas, frijoles y alimentos integrales. Las fibras ayudan en el funcionamiento del intestino.

Sodio: El sodio puede elevar la presión arterial cuando se consume en exceso. Él está presente en la sal de cocina y alimentos industrializados.

Manténgase atento al valor diario de referencia, representado por la sigla% VD, y evite alimentos que posean alto% VD en grasas que pueden hacer daño al cuerpo.