El kit cuna es uno de los elementos que la mayoría de los padres suele comprar para el ajuar del bebé, pues además de ser ofrecidos como algo que garantiza la protección, también puede ser un artículo decorativo para el cuarter.
Sin embargo, según las orientaciones de la Sociedad Brasileña de Pediatría y también de la Sociedad Americana de Pediatría, el kit cuna no debe ser utilizado. La función sería, supuestamente, proteger al bebé si se gira y golpea en la rejilla o coloca los brazos y las piernas entre los espacios, pero los riesgos pueden ser mayores que la protección. Muchas madres, especialmente de primer viaje, se asustan con la información y tienen dudas sobre el tema. El youtuber Shirley Hilgert, del canal Macetes de Madre, aclara algunos puntos al respecto y enumera los principales accidentes que el kit puede causar. Entiende:
Sufocos
Cuando el bebé está acostado y ruede hacia los lados, aún con dificultad, puede colocar el rostinho cerca del tejido. Y, como no tiene fuerza para desviar, acaba parado allí y queda sin respirar. En ese caso, no hace diferencia el modelo brasileño que es más grueso y tapizado o el americano que es más fino, ambos ofrecen los mismos riesgos.
Caídas
Cuando el bebé ya puede quedarse de rodillas en la cuna, o incluso de pie, puede usar los elementos del kit para escalar, subir, lo que genera un riesgo de girar y caerse.
Accidentes
Sufrir accidentes con algún detalle decorativo como cintas y botones es común. Algunas historias ya se vendieron en Internet, alertando a los padres de los peligros del bebé a atrapar en los hilos o tragar algún objeto, especialmente cuando tiene muchas cosas atrapadas.
Por todos estos factores, la orientación médica es que no haya ningún tipo de accesorio dentro de la cuna. La posibilidad de un pequeño golpe en la rejilla es menos peligrosa que el riesgo de caída o sofocación.
Hay un tipo de kit cuna disponible en los Estados Unidos (y en algunas tiendas en Brasil), que es como si fuera una pantalla plana y es el único que la Sociedad Americana de Pediatría permite el uso. Como el tejido es una especie de pantalla, si el bebé encaja la cara no se ahoga. Y como es fino y maleable, si el niño pisar no puede usar como trampolín.
Pero en Brasil, la orientación de los pediatras es realmente no usar nada y siempre seguir las orientaciones sobre la distancia entre las rejillas para garantizar la seguridad de su bebé.