Como ya hablamos, los celos son una señal de que algo está mal. Cuando la inseguridad surge, puede ser por un motivo real o imaginario. Cuando nuestras "asombraciones" son imaginarias hay que buscar ayuda para mejorar nuestra autoestima y por consiguiente sentirnos merecedoras del amor del otro y no tener miedo de las amenazas externas. Cuando los celos tienen una "justificación" real (mentira, traición, etc.) existe la opción en superar los problemas y continuar la relación o poner un punto final. Las dos opciones son válidas y dependen tanto del tipo de relación como de las dos personas involucradas. Pero, y cuando la convivencia se vuelve difícil (como en el caso del email arriba, donde hay agresiones) y la persona quiere, pero no puede salir de la relación? ¿El amor puede superar todos los problemas? Normalmente cuando la persona está en una relación "problemática", está sufriendo, y no puede terminar, podemos decir que existe una dependencia emocional y no existe el amor propiamente dicho.

Es muy común al comenzar una relación alejándonos un poco de los amigos y de la familia, pero en algunos casos el distanciamiento es total y pasamos a contar con el amor exclusivo de una sola persona y el final de esa relación parece insoportable. Por ejemplo, una pared está formada de varios ladrillos, siendo cada ladrillo representante de una clase diferente (1 ladrillo amigo, 1 ladrillo novio, 1 ladrillo de la familia, 1 ladrillo de trabajo, etc), cuando perdimos uno de los ladrillos, en el caso el ladrillo del ladrillo, el trabajo, la pared no caerá porque hay todos los otros ladrillos para sostener la pared. Cuando construimos nuestra pared sólo con un tipo de ladrillo corremos el riesgo de que esta pared se derrama y nos quedamos sin nada. Por eso, no podemos ver nuestra relación amorosa como foco principal de nuestras vidas, como si fuésemos princesas la espera del príncipe y de su caballo blanco para salvarnos y, por lo tanto, no podemos tener miedo de quedarse sola y ni de renunciar a nuestros amigos y la familia en favor de ese amor. Ni tampoco, debemos poner la fantasía de príncipe encantado en un hombre lleno de defectos (principalmente cuando estamos hablando de agresión) e imaginar que con el tiempo y el amor todo va a cambiar. Muchas mujeres se casan y tienen hijos creyendo en los cambios, pero nadie cambia a nadie. Por eso es tan importante tener una buena autoestima, para reconocer una mala relación y tener conciencia de cuando no nos está haciendo bien. Muchas veces aprendemos desde la infancia que el amor es sufrimiento y aceptamos esa condición. Por eso el primer paso es aprender a amarse para reconocer si lo que el otro ofrece es amor o no.

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