Creada en Italia, la polenta, que en algunos lugares también se conoce como angu, es un plato de preparación muy simple que lleva básicamente dos ingredientes: agua y fubá o harina de maíz.
El diferencial de los ingresos queda por cuenta de los acompañamientos, que van desde las salsas tradicionales, como sugo o boloñesa, hasta los más elaborados, con setas, legumbres, huevos, quesos, entre otras opciones.
La polenta es generalmente cocida y puede tener una textura más blanda o más consistente, dependiendo del gusto de cada uno. Puede, también, tener versión frita, rellena o asada y gratinada.
Ver algunas formas de preparar este plato ecléctico y sabroso, con recetas para todos los paladares:
Polentas cremosas con carnes, aves y peces
1. Polenta con salsa de pollo: la salsa bien temperada lleva ajo, cebolla picada, caldo de pollo , shoyu y salsa de tomate, mezcla que da mucho más sabor a la polenta. También lleva pollo en cubitos pequeños y olor verde a gusto.
2. Polenta en la olla de presión: práctica y rápida, se hace en la olla a presión, ideal para quien quiere un plato sabroso sin tener mucho trabajo. La receta puede ser servida pura, con salsa roja, blanca, pesto u otro de su preferencia.
3. Polenta con queso y salsa boloñesa: la combinación perfecta entre una polenta molinela, acompañada de una salsa boloñesa más encorpada, que lleva carne molida, tomates pelados, ajo y cebolla picados, además de aceite de oliva.
4. Polenta con salsa de carne seca: la salsa con carne seca da el toque diferente a esa receta tradicional. Se hace con el músculo en pedazos grandes, salsón y zanahoria picados, salsa shoyu y otros condimentos.
5. Polenta rellena con carne seca: esta vez la forma de servir es el diferencial de los ingresos. La tradicional salsa de carne seca, en lugar de ser colocada por encima, va en el relleno, entre dos capas de polenta. 6. Polenta con ragu de carne: la carne, un coxón duro cortado en cubos grandes, gana un condimento especial con caldo, cebolla y cebolla, servido por encima de la polla blanda. Otra opción es sustituir el coxón duro por músculo.
7. Polenta con salsa de carne de cacerola: además de la salsa bien jugosa hecha con carne de olla, que deshace en la cocción, esa receta lleva queso parmesano rallado y es gratinada en el horno.
8. Polenta con salsa de salchicha: la salsa se hace con calabresas picadas en cubos pequeños. Y, al servir, entre la polenta y la salsa se colocan algunos cubitos de queso plato, que dejan el sabor muy diferente.
9. Polenta con ragu de fregadero y berro: el acompañamiento es una salsa denso, hecha con un pedregal cortado en pedazos grandes y tomates, con ajo y cebolla para condimentar. Finalizando el plato, algunas hojas de berro por encima.
10. Polenta con pañal y setas: para acompañar a la polenta un hilo de aceite de oliva y una salsa muy diferente, que lleva funghi, shimeji, setas parís, ajo exprimido y mantequilla.
11. Polenta con costilla de cerdo: la polenta, en ese caso, sustituye el arroz con frijol y se sirve sin salsa, sólo con la costilla de cerdo cocida con ajo, cebolla, pimienta negra y un hilo de aceite vegetal.
12. Polenta con ragu de rabada: más una opción para quien quiere servir a la polenta de una forma diferente. En esta receta se hace con mantequilla y parmesano y la salsa es un ragu hecho con cola de buey.
13. Polenta a la carbonara: la salsa carbonara se hace con un vientre de cerdo (pancetta) cortado en cubitos, queso, aceite, pimienta, cebolla caramelizada con mantequilla y azúcar, y para finalizar el plato, una yema cruda .
14. Polenta con bacalao: quien quiere evitar carnes rojas puede optar por esa salsa, que lleva lomos de bacalao desalgado con pimientos, cebolla, aceite de oliva y olor verde. Irresistible!
Polenta con queso: la polenta frita es una variación más consistente para quien no le gusta la tradicional. Además, esta versión gana un toque especial de crocance con la harina de rosca. ¡Vale probarlo!
16. Polenta con shitake: el acompañamiento para servir con la polenta es una salsa simple de hacer que toma champiñones enteros, shoyu, aceite de oliva y cebolla picada. Perfecto para quien no consume carne o adora el sabor de esta seta.
17. Polenta con ragu de setas: la cascara de la polenta es transformada en chips crocantes en una versión sin gluten y sin lactosa, servidos con la polenta cremosa tradicional y salsa con tres variedades de setas.
18. Polenta con crema de shitake: más una versión diferente. En esa receta la salsa blanca se hace con crema de leche fresca y shitakes enteros, además de cebolla picada y sal para condimentar.
19. Polenta con shitake y ajo-poró: esa receta de polenta lleva caldo de verduras, garantizando más sabor al plato. Y, para acompañar, champiñones shitake rehogados con sal y pimienta. ¡Simple, pero delicioso!
20. Polenta con ragu de setas, huevo blando y berro: Los huevos son servidos todavía blandos sobre la polenta, que lleva salsa de setas del tipo París y shitake con nir (cebolleta japonesa), saqué y shoyu.
21. Polenta con salsa bolonhesa vegano: la versión vegana de la tradicional salsa boloñesa se hace con proteína de soja, ajo, pimiento, cebolla, aceitunas, guisante y olor verde picado, además de sal y aceite.
22. Polenta con funghi al vino tinto: una receta fácil, pero que requiere paciencia para que el plato quede con consistencia correcta. La salsa lleva vino tinto seco y funghi chileno, además de algunos condimentos.
23. Polenta con rehojo de berenjena: cubitos de berenjena templados con tomillo son la base de la salsa que acompaña a la polenta. La receta lleva aún cebollita verde, tomillo fresco, tomate y cebolla.
24. Polenta rústica con albaricoque y gorgonzola: una versión rápida de hacer y muy diferente, con sabor que mezcla dulce y salado. Entre los ingredientes están quirela, damasco, pistache, quesos parmesano y gorgonzola, cebollita verde y caldo de pollo.
25. Polenta cremosa, yema suave, setas y crema de parmesano: plato más sofisticado, con la polenta servida con huevo, setas refritas y salsa hecha con queso parmesano, leche y crema de leche.
Polenta frita o asada
Reproducción / Aquí en la cocina
26. Polenta frita simple: el secreto de esa polenta es hacer una receta bien consistente y llevar por algunas horas a la heladera para quedar más firme, ser cortada en cubitos y luego frita.
27. Polenta frita en la mantequilla: una versión diferente y sabrosa, rellena con bacon y cebolla, frita en la mantequilla en lugar de aceite y servida con queso parmesano por encima.
28. Polenta frita crocante: para dejar esta receta bien crujiente la punta es dejar la polenta durante 24 horas en la nevera y luego pasarla en el fubá antes de llevar al aceite caliente.
29. Polenta frita con queso cuajo: la polenta lleva crema de leche, mantequilla, caldo de pollo y queso parmesano y, después de frita, tiene queso cuajo espolvoreado por encima para dar más sabor.
30. Polenta frita con jalea de pimienta: esta receta diferente se hace con queso de cabra. Y el diferencial queda también en el acompañamiento al servir: una jalea de pimienta maravillosa. ¡No dejes de probar!
31. Polenta a la parrilla al sugo con queso cuajo: masa blanda por dentro, crujiente por fuera e ideal para servir con cualquier tipo de salsa. En esta opción, la elección fue poner salsa sucia y queso cuajo derretido por encima.
32. Polenta asada: quien quiere quedarse lejos de las frituras puede optar por esa versión hecha en el horno. La preparación lleva el romero o el orégano. Y los dientes de ajo se pueden tirar por encima.
33. Polenta gratinada: una receta simple, pero que lleva crema de leche y, después de preparada, se gratina en el horno con una capa de parmesano por encima.
34. Polenta gratinada con gorgonzola: fácil de hacer, lleva aceite en la preparación y es finalizada con parmesano rallado, que la deja más cremosa. Después, basta con llevar al horno queso gorgonzola por encima.
35. Polenta rellena y gratinada: la sugerencia es colocar un relleno de carne molida entre dos capas de polenta y gratinar, pero la salsa también puede variar de acuerdo con el gusto de cada uno.
Recetas creativas con polenta
Reproducción / Miel y Pimienta
36. Torta de polenta: la receta tradicional fue asada con algunos tomates uva - que pueden ser sustituidos por tomate cereza o incluso por setas - y hojas de albahaca. Para condimentar, pimienta, sal y aceite de oliva.
37. Polenta cremosa de cuzcuz: en lugar del fubá, la polenta se hizo con el hocico de maíz y requesón, para quedar más cremosa. Para acompañar, salsa de tomate con el pecho de pollo deshilachado.
38. Minipolenta con gorgonzola: hecha con caldo de bacon y leche integral, servida en potinhos pequeños, regada con aceite y finalizada con pedacitos de gorgonzola. ¿Por qué? 39. Polenta italiana con ragu de lenteja: una combinación diferente de polenta que lleva crema de soja y azafrán, con raguado de lentejas con almendras, pimienta-biquito, tomate, puerro, champiñones parís, castaño del parábol y salsa de tomate.
40. Polenta brustolada con nata y aceite de mate: la polenta es colocada en una placa bien caliente para que se forme una casquinha por fuera. Después, servida con una cuchara de nata por encima y regada con el aceite calentado con yerba mate.
41. Canapés de polenta brustolada: después de lista y fría, esa receta tradicional se corta en pequeñas rodajas, como canapés. Cada una de ellas lleva queso mozzarella, salchichas calabresa frita y tomillo fresco espolvoreado por encima.
42. Cuadrados de polenta: la receta es simple, sólo con fubá y agua. Después de consistente, se coloca en una bandeja, luego cortada, llevada brevemente a la sartén y servida con tapenade de aceitunas y una mezcla de tomate cereza, aceite, romero y ajo.
43. Polenta de patata dulce y lomo a la salsa de bergamota: además del fubá, la polenta lleva patata dulce cocida y amasada. La salsa, también muy diferente, se hace con lomo porcino, jugo de bergamota (mexerica o mandarina), vino blanco, jengibre, shoyu y hierbas.
44. Minipizza de polenta con ragu de picanha: la carne que queda de la barbacoa es reutilizada, en rebanadas bien finas, para hacer la salsa regada con vino. Y la polenta es cortada en forma de minipizza, con rodajas pequeñas, que se pueden hacer usando un vaso ancho.
45. Polenta de maíz fresco y berenjenas: nada de fubá. Aquí los granos de maíz se colocan en el agua, con un poco de mantequilla y, después de cocidos, batidos en un procesador hasta que se convierta en una pasta. Para la salsa, la berenjena cortada en cubos se mezcla con los tomates, el orégano, el aceite y el vino blanco.
46. Pastel de polenta y limón: una receta dulce, para ser servida con helado de crema o yogurt. El pastel es similar al de fubá, pero también lleva crema de leche y raspas de cáscara de limón en la preparación.
¿Viene sólo cuántas recetas diferentes y deliciosas se pueden preparar con el fubá? ¡Ahora es sólo anotar tus preferidas y jugar en esas increíbles versiones de polenta!