Leído el título y ya imaginó características relacionadas a la firmeza, osadía y otras actitudes intensas no es? Pero no es de esa "personalidad fuerte" que estamos hablando.
Es la personalidad de cada persona que determina sus comportamientos y pensamientos característicos. Cuando una de esas características es la resiliencia-capacidad de adaptarse positivamente a situaciones difíciles y superar las adversidades- puede decirse que la persona tiene una personalidad, literalmente, fuerte.
En la cultura japonesa tiene un tipo de arte que ejemplifica esto bien. Es la Kintsugi, tradicional arte de reparar cerámicas quebradas con cola fuerte y polvo de oro. Al final del proceso, la cerámica restaurada es más fuerte y más valiosa de lo que era antes.
¿Quiere usted saber si usted o alguien es resiliente o no? Ver algunas de las principales características:
1. Optimismo
Ser optimista es saber enfrentar dificultades con perseverancia y esperanza. En general, es una postura que posibilita encontrar soluciones o ver nuevas posibilidades en momentos difíciles. Quien es positivo y optimista acepta más fácilmente la responsabilidad por sus propias acciones.
2. Tolerancia a la frustración
Ser tolerante ante una frustración permite una mayor estabilidad emocional. Es importante ser tolerante cuando alguien, incluyendo usted mismo, comete un error. Recuerde que nadie en el mundo es perfecto y todos cometemos errores. Mantener esto en mente ayuda a ser más flexible y buscar alternativas para crear nuevas acciones, en lugar de repetir errores. 3. Inteligencia emocional
En general, es la capacidad de reconocer y lidiar con los propios sentimientos y con los de los demás. Es una señal de madurez que permite a cada persona aprender a regular sus propias respuestas emocionales. Hay varias investigaciones que relacionan la inteligencia emocional al éxito en casi cualquier trabajo.
4. Pasión
El empresario Alfredo Culebro definió la pasión como la energía inagotable que empuja a las personas a seguir siguiendo, independientemente de los límites o dificultades. La pasión es útil porque permite que haya satisfacción en el trabajo, incluso sin reconocimiento. Además, crea emociones positivas, concentración y el deseo de hacer bien una tarea, aumentando la capacidad de enfrentar los desafíos.
5. Compromiso y motivación
Cuando una persona cree en lo que está haciendo, eso motiva a mantener un comportamiento firme ya no desistir hasta que alcance todos sus objetivos. Eso es compromiso. La motivación se deriva de un alto nivel de implicación en la búsqueda de algún objetivo y está ligada al deseo de alcanzar eficiencia y calidad. Ella es el motor interno que conecta la mente, la voluntad y el interés de forma positiva y feliz.
6. Flexibilidad
Ante los momentos de dificultades, es difícil permanecer centrado, incluso cuando se tiene conciencia de sí mismo. Pero aceptar las circunstancias y ser flexible ayuda a tener más foco, trabajando sobre lo que es posible cambiar, aceptando lo que no es posible, y viendo los cambios como nuevas oportunidades de crecimiento.
7. Aprendizaje
La resiliencia no es una habilidad. Es un proceso de aprendizaje. Generalmente, los humanos aprenden a través de intento y error. Por lo tanto, no es posible hacer lo que no se ha aprendido. Y las experiencias son una gran fuente de conocimiento personal.
Todas estas características son importantes para crear estrategias cuando se trata de enfrentar situaciones difíciles en la vida y superarlos con más facilidad y más felicidad.