El cáncer de mama es el segundo tipo de cáncer que registra el mayor número de casos, mundialmente hablando. En Brasil, de acuerdo con el Instituto Nacional de Cáncer (INCA), sólo el cáncer de piel no melanoma alcanza a más personas. En 2010, aún de acuerdo con las informaciones del Instituto, el país registró 49 mil nuevos casos de la enfermedad, además de 12.852 muertes en consecuencia de la misma.

Los altos números que trazan el perfil del cáncer de mama en Brasil son, en gran parte, consecuencia del diagnóstico tardío de la mayoría de los casos. El autoexam, además de la realización de la mamografía después de los 35 años -la edad a partir de la cual se registra el mayor número de casos-, son fundamentales en el combate a la enfermedad, así como mantener una alimentación sana y controlar el peso.

La nutricionista clínica y doctora en medicina tradicional natural, Michelle Schoffro Cook, señala cambios importantes en la alimentación para quien pretende mantener ese mal lejos.

1 - Coma más fibras

Las fibras, de acuerdo con Cook, se ligan a diversas sustancias nocivas en los intestinos y las "conduce" fuera del cuerpo. Dar preferencia a granos enteros, aumentar el consumo de frijoles, incluir las almendras en el menú y pasar a consumir la linaza son sólo algunos ejemplos de cómo comer más fibras.

2 - Dé preferencia a los vegetales crudos

Vegetales como el brócoli, la coliflor y el repollo deben ser ingeridos preferentemente crudos. Cuando están cocidos, pierden gran parte de sus propiedades beneficiosas. En estos casos, en particular, hay una gran concentración de índole-3-carbinol (I3C), que es un fitonutriente capaz de eliminar el exceso de estrógeno del cuerpo, disminuyendo así las posibilidades de aparición del cáncer.

3 - Reducir la presencia de grasa animal en la dieta

En un estudio realizado en el Reino Unido, la grasa de origen animal se vinculó a una mayor aparición del cáncer de mama y del cáncer colorrectal.

4 - Aumente el consumo de ácidos grasos omega 3

El omega 3 combate las sustancias llamadas protaglandinas inflamatorias, que influencian negativamente en la capacidad del sistema inmunológico para identificar tumores. La omega 3 está presente en la linaza, en el aceite de linaza, en varios peces y en las nueces crudas, por ejemplo.

5 - Dé preferencia a los productos orgánicos

Los agrotóxicos son apuntados como responsables de diversas enfermedades - y no sólo el cáncer de mama. Por lo tanto, siempre que sea posible, trate de consumir productos orgánicos, cuyo origen libre de estos pesticidas sea comprobado.

6 - Manténgase atenta a su consumo de selenio

Una investigación realizada en la Universidad de Arizona apunta que la suplementación hecha con selenio puede reducir los riesgos de cáncer a la mitad. El selenio puede ser encontrado en gran cantidad en la castaña de Pará y, en menores cantidades, en el salmón, en el trigo, en las semillas de girasol y en el hígado de buey, por ejemplo.

7 - Beba té verde

La epigalocatequina galato, sustancia abundante presente en el té verde, reduce los radicales libres y, con ello, hace caer las posibilidades de aparición del cáncer. Si usted todavía no ha incluido el té verde en su dieta - aunque mucho ya se ha hablado de sus beneficios para la salud - esta es una buena excusa para hacerlo.