El accidente cerebrovascular (accidente cerebrovascular) es un problema que preocupa a mucha gente y, sobre todo, que genera muchas dudas. Las principales de ellas relacionadas con los síntomas exactos del accidente y la posibilidad de evitar que ocurra. En el presente trabajo se analizaron los resultados obtenidos en el estudio de los resultados obtenidos en el estudio de la enfermedad de Chagas, de obstrucción o rompimiento de vasos sanguíneos en alguna parte del cerebro.

Ricardo Campos, neurólogo del Hospital Anchieta, destaca que el AVC no es más que la supresión abrupta y completa de la nutrición sanguínea de un área cerebral íntegra hasta la ocurrencia de ese evento.

Miranda explica que puede ocurrir accidente cerebrovascular por isquemia (90% de los casos) y por hemorragia (10% de los casos). "Cuanto más anciano el individuo, mayor el riesgo de AVC, predominando discretamente entre las mujeres, especialmente aquellas hipertensas, obesas y diabéticas. Las cardiopatías, principalmente las valvulopatías reumáticas, miocardiopatía chagásica y arritmias cardiacas como fibrilación y / o flutter auricular, son los principales grupos de riesgo ", dice.

Campos destaca que, en un contexto pedagógico general, se puede decir que el AVC se divide en isquémico y hemorrágico. "El AVC isquémico puede derivarse de decenas de posibilidades causales, lo que representa la caracterización de subtipos. Así también el AVC hemorrágico puede derivarse de factores etiológicos diversos, lo que promueve una clasificación numerosa de manifestaciones ", dice.

"Clasificar los AVCs en subtipos también tiene en cuenta la topografía o el área cerebral involucrada. Para un enfoque más clínico, subdividimos los tipos de AVC por etiología, topografía y expresión sintomática ", explica el neurólogo.

De forma resumida, se puede decir que el AVC isquémico ocurre cuando un coágulo bloquea la arteria que lleva la sangre al cerebro; ya el hemorrágico, cuando hay ruptura de una arteria intracraneal.

Es innegable que un AVC suele ser una experiencia muy mala, tanto para el paciente como para la familia o personas que conviven con él. Así, es muy importante estar atento a las señales que el cuerpo da, exactamente para evitar que el accidente vascular cerebral tenga consecuencias más graves.

Los principales síntomas del AVC

Los síntomas de un AVC son, básicamente, dificultades para caminar, hablar o confusión mental, así como debilidad o parálisis unilateral de la cara, del brazo o de la pierna.

Es importante estar atenta a estos síntomas del accidente cerebrovascular, incluso para conseguir mantener la calma, si el accidente, por desgracia, llega a alguien cercano; y, también, para saber exactamente a partir de momento es esencial buscar ayuda médica.

1. Dolor de cabeza

Miranda explica que puede surgir cefalea (dolor de cabeza) súbita, con apagado de campos visuales, a veces con mareo y vómitos.

Vale recordar que hay varios tipos de dolor de cabeza, como la migraña. La cefalea relacionada con el AVC, en este sentido, se diferencia por ser súbita y sin causa aparente, y por estar generalmente asociada a otros síntomas, como, por ejemplo, la dificultad para caminar o ver, confusión mental repentina, mareo, vómitos o dificultad para hablar.

2. Cambios en el habla

Miranda explica que puede ocurrir dificultad en el habla o lengua trópega.

Es común que ocurra la afasia, que es la incapacidad del paciente en nombrar objetos y cosas. En algunos casos, la persona no consigue ni repetir una palabra dicha por un familiar. El discurso puede, incluso, quedar confuso, pues el paciente sólo consigue decir algunas palabras, siendo incapaz de decir otras.

Puede también ocurrir la disartria, que se caracteriza por la dificultad en articular las palabras. El paciente entiende todo, pero no puede mover los músculos del habla para articular correctamente las palabras. O incluso consigue nombrar cosas, pero lo hace de "modo enrollado", muchas veces incomprensible para quien está oyendo.

3. Desviación de la comisura labial hacia un lado de la cara

La desviación de la boca en dirección contraria al lado paralizado es un signo común y perceptible en el AVC. Por ejemplo, el paciente presenta una parálisis facial del lado izquierdo; entonces, la boca se desvía hacia el lado derecho y la comisura labial queda más prominente a la derecha.

Pero, vale destacar que, en algunos casos, la parálisis facial es muy discreta y puede pasar desapercibida por los familiares. Se puede, en estos casos, pedir al paciente sonreír o silbar; pues, así, si hay parálisis, ella será fácilmente notada.

4. Debilidad o parálisis

Miranda explica que puede ocurrir debilidad de un lado del cuerpo (brazo y pierna), a veces impidiendo a la persona de andar. Así, esta debilidad puede variar desde una pérdida de fuerza muy suave hasta una parálisis total.

No es común en el AVC, sin embargo, que ambas piernas o los brazos sean acometidos al mismo tiempo, con la misma intensidad.

La debilidad puede venir acompañada de adormecimiento, hormigueo o una sensación de leves "picaduras de agujas".

La parálisis puede ser identificada fácilmente por el paciente y sus familiares, pero cuando la pérdida de fuerza es discreta, se vuelve más complicado. Pero, una "prueba" puede ser hecha: los brazos del paciente deben ser levantados y mantenidos alineados a los hombros ("posición de momia") por algunos minutos. Si uno de los brazos empieza a caer, hay un fuerte indicio de debilidad motora. La misma "prueba" vale para las piernas.

El paciente puede todavía ser acometido por falta de equilibrio o vértigo.

5. Confusión mental

Puede ocurrir desorientación, pudiendo evolucionar hacia el coma y hasta la muerte, según destaca Miranda. El paciente puede, por ejemplo, perder la noción del tiempo (día, mes, año), no reconocer el lugar en que está, además de tener un discurso confuso debido a la desorientación mental.

6. Convulsión

En algunos casos puede ocurrir una crisis convulsiva, que es provocada por el exceso de actividad eléctrica en el cerebro generando contracciones involuntarias musculares con movimientos desordenados, alteraciones del estado mental u otros síntomas.

Vale destacar, sin embargo, que no siempre la crisis convulsiva es síntoma de un accidente cerebrovascular. En resumen, Ricardo Campos destaca que la supresión repentina del flujo arterial cerebral determina la pérdida de función tan rápida como el inicio del evento sintomático. "Es decir, a depender del área cerebral involucrada, puede haber pérdida repentina de conciencia. Es posible la ocurrencia de crisis convulsiva inédita ", dice. "Pero la expresión más común es el compromiso de uno o varios de los siguientes, generalmente involucrando un lado del cuerpo: fuerza muscular, sensibilidad, equilibrio, coordinación, destreza de movimientos, capacidades mentales, percepción del ambiente (visión, audición , olfación, gustación y tacto) ", explica Campos.

El neurólogo subraya que la búsqueda de ayuda médica debe ser inmediata. "En caso de isquemias, es posible el uso de medicamentos y procedimientos neurológicos intervencionistas que pueden revertir el proceso cerebro-vascular, eso sólo por algunas horas después del inicio de los síntomas. En caso de hemorragia, dependiendo del tipo de hemorragia, minutos pueden hacer la diferencia entre vida y muerte, autonomía de vida e invalidez permanente ", dice.

Lázaro de Miranda resalta que el paciente debe ser llevado inmediatamente al pronto socorro de un hospital con protocolo para la adecuada atención de AVC, "para ser sometido a la realización de resonancia magnética o tomografía de cráneo, para seleccionar los casos que se beneficiarán con la enfermedad terapéutica trombolítica, la cual tiene que ser iniciada en hasta 4 horas del inicio de los síntomas. "Tiene que ser rápido, pues tiempo es cerebro salvo o perdido", dice.

Factores de riesgo y prevención

Miranda destaca que el principal factor de riesgo es la edad avanzada, seguido de la hipertensión arterial, colesterol alto, diabetes mellitus, tabaquismo, alcoholismo, valvulopatías, miocardiopatías y fibrilación auricular (arritmia cardiaca).

Campos resalta aún como factores de riesgo:

Sedentarismo;

Obesidad;

Apnea del sueño;

Ácido úrico descontrolado;

  • Drogadicción;
  • Período del climaterio;
  • Uso de los anticonceptivos orales.
  • En este sentido, para evitar un AVC, algunas orientaciones importantes son:
  • Tener una vida sana desde la infancia y la adolescencia, incluyendo buena alimentación y práctica de actividad física;
  • Miranda orienta a controlar todos los factores de riesgo a medida que surgen la hipertensión arterial, el mal colesterol elevado, la diabetes, las arritmias cardiacas; El cardiólogo destaca además que es necesario evitar el uso de drogas ilícitas;
  • En los casos indicados, es necesario hacer el uso y control regular de anticoagulantes y antiarrítmicos, según resalta Miranda;

Campos destaca la importancia de hábitos saludables también en lo que se refiere a prácticas profesionales, relaciones personales y márgenes para estrés;

  • Consultar a un neurólogo regularmente puede identificar factores de riesgo además de los más "conocidos", según destaca Campos. "En ese marco, esto puede traer protección mediante correcciones del verificado en exámenes periódicos de la especialidad", concluye.
  • Miranda recuerda que "quien ya tuvo un accidente cerebrovascular y fue salvado, tiene 4 a 6 veces más riesgo de tener otro AVC". Por eso, se refuerza la importancia de estar siempre atento a la salud como un todo!
  • Es un hecho que nadie espera sufrir un accidente cerebrovascular o ver a alguien cercano sufriendo, pero es esencial estar atento a esta posibilidad ya la salud como un todo, exactamente para ayudar a evitar que este accidente tenga consecuencias más graves. De esta forma, a cualquier señal de un accidente cerebrovascular, no dude en buscar ayuda médica cuanto antes. ¡Eso probablemente hará la diferencia!