La Gota es una enfermedad antigua y vieja conocida de la medicina. Sus primeros relatos fueron hechos por Hipócrates en el siglo V aC Incluso siendo tan antigua, se estima que actualmente el 2% de la población sufre con este problema que, en su mayoría afecta a los hombres adultos con edad entre 30 y 50 años, pero que también acomete mujeres generalmente después de la menopausia.
¿Qué es Gota? La Gota es una enfermedad reumatológica, metabólica e inflamatoria, caracterizada por la elevación de los índices de ácido úrico de la sangre, lo que hace que los cristales de sodio se depositen en los tejidos y las articulaciones generando crisis de artritis aguda secundaria e incómodas a los portadores de la enfermedad.
El aumento en las tasas de ácido úrico, la llamada hiperucemia no significa necesariamente que la persona es portadora de Gota. Esto ocurre sólo con el 20% de los hiperucémicos.
¿Qué causa la Gota?
La enfermedad puede ocurrir tanto por la producción excesiva del ácido úrico, como por la ineficiencia en la eliminación de la sustancia por el organismo.
En el primer caso, puede haber algún fallo enzimático que hace que el cuerpo produzca una cantidad de ácido úrico que los riñones no dan cuenta de eliminar, pero este caso es menos común.
En el segundo caso, puede haber una ausencia congénita en el mecanismo enzimático responsable de la eliminación del ácido úrico por los riñones. Cuando esto no ocurre perfectamente, aumenta la concentración del ácido en la sangre. La Gota también puede ser clasificada como primaria cuando la causa es desconocida y tiene una relación genética, que es más común, o secundaria, cuando se desarrolla en razón de otra enfermedad asociada a la Gota como anemia, leucemia, psoriasis, insuficiencia renal, hipertensión la presión arterial, el hipotiroidismo, entre otras, o en razón de medicamentos como diuréticos, aspirina, warfarina, entre otros.
La ingestión de bebidas alcohólicas también puede ser asociada a la hiperucemia, pudiendo desencadenar la Gota.
¿Cuáles son los síntomas de la Gota?
En la mayoría de los casos, la Gota suele presentarse como una inflamación articular que causa una gran hinchazón y un dolor intenso, generalmente en el dedo gordo del pie. Esta primera crisis dura en promedio una semana, pero pasa y el paciente vuelve a vivir normalmente, y es justamente ahí donde mora el problema. Como todo vuelve a la normalidad, la persona deja de buscar orientación médica, lo que sólo sucede cuando ocurre una nueva crisis, lo que puede tardar meses y hasta años.
La segunda crisis puede afectar las mismas articulaciones o expandirse a otras, pero si no se hace un tratamiento, la tendencia es que el intervalo entre las crisis sea cada vez menor y la intensidad de la crisis se vuelve cada vez mayor, pudiendo comprometer hasta y deformar las articulaciones.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El diagnóstico se realiza mediante la identificación de cristales de ácido úrico en el líquido retirado de la articulación. Sin esa identificación, no es posible diagnosticar la Gota antes de descartar otras enfermedades.
Otra técnica consiste en confirmar la presencia de tofos - conglomerados de cristales de ácido úrico - presentes en tejidos como en el borde de la oreja, punta de la nariz y en la superficie de las articulaciones.
Los valores de ácido úrico considerados normales en la sangre son de 3,4-7,0mg / dL para hombres adultos y 2,4-6,0mg / dl para mujeres adultas. Pero el simple aumento de estas tasas no significa el diagnóstico de Gota.
¿Cómo se hace el tratamiento de la Gota?
En la mayoría de los casos, la Gota ocurre debido a fallas en la producción y eliminación de ácido úrico, problemas genéticos que no tienen tratamiento definitivo. Por eso, lo que se puede hacer es seguir orientaciones, dietas, tratar enfermedades asociadas y administrar remedios que disminuyan las tasas de ácido úrico en la sangre para evitar las crisis de Gota.
Si usted tiene algún indicio de Gota, así como casos en la familia, lo ideal es consultar a un médico para diagnosticar y recibir el tratamiento adecuado.
Vale recordar que la Gota no es una enfermedad grave, pero está asociada a otras como hipertensión arterial, diabetes y obesidad, por lo que siempre es bueno estar atenta.