Es un hecho que cada fase vivida por los bebés es motivo de emoción para toda familia: la llegada en casa después del nacimiento, las primeras sonrisas, los primeros intentos de hablar, entre otros momentos que quedan guardados para siempre!

En lo que se refiere al desarrollo motor, en la vida del niño ocurre una secuencia de acontecimientos naturales hasta sus primeros pasos. Y es normal que los padres esperan ansiosamente por cada una de estas etapas: sentarse; después el gatear; y, finalmente, el piso.

Exactamente por eso es común surgir algunas dudas. Muchos padres cuestionan, por ejemplo, cuál es la edad adecuada para que el niño empieza a gatear. Otros todavía quisieran saber cuál es la importancia real de esta acción y si es realmente necesaria.

Abajo, la pediatra Tatiana Miranda, coordinadora del pronto socorro infantil del Hospital Leforte, responde a esta y otras cuestiones importantes sobre el gatear.

¿Existe una época adecuada para que el bebé empieza a gatear? Tatiana Miranda, coordinadora del socorro infantil del Hospital Leforte, explica que la mayoría de los bebés aprende a gatear entre los 6 y los 10 meses. "Generalmente en la época en que él aprende a sentarse sin apoyo", dice. Pero, resalta a la pediatra, hay niños que no llegan a gatear: "prefieren rodar," minhocar "con la barriga en el suelo, arrastrarse sentadas o pasar directamente para quedarse de pie con apoyo y andar".

Vale destacar que cualquiera de las alternativas (gatear, rodar, arrastrarse, etc.) es fisiológica y normal, y depende de cada niño. Por eso, a los padres queda el deber de tener paciencia y aguardar la evolución del hijo (a).

¿Por qué gatear es importante?

No hay como negar que es una gracia ver a un bebé enganchando! Pero ¿por qué esta habilidad es tan importante?

1. Fortalecimiento de los músculos

Tatiana destaca que el gatear ayuda a fortalecer los músculos del bebé para que después sea capaz de caminar.

Vale destacar que el gatear permite no sólo el fortalecimiento de las piernas, sino también de los brazos del niño.

2. Desarrollo psicomotor

El desarrollo psicomotor del niño no es más que el aumento de su capacidad de realizar variadas funciones cognitivas y motoras, o sea, realizando actividades cada vez más complejas.

Tatiana destaca que el gatear es el primer modo de locomoción del bebé por su cuenta.

Para entender la importancia del gatear, es importante recordar que, desde los primeros momentos de vida, el niño intenta explorar el mundo a su alrededor: primero con los ojos; después con las manos, los pies y, poco a poco, a través de los desplazamientos.

Y, siendo un desplazamiento corporal quiere permitir que el niño se transporte sola, explorando espacios, el gatear puede ser considerado una de las principales fases del desarrollo del niño.

3. Desarrollo psicológico

El gatear también es muy importante para el desarrollo y maduración psicológica del niño - que descubrirá su capacidad para moverse sin la ayuda de los padres, conociendo mejor su cuerpo.

Engañando, el bebé se sentirá "libre" para explorar nuevos espacios y también para ir en dirección a determinada persona en el momento que él desee (por ejemplo, padre o madre o abuelos, etc.). Pasará a tener nociones de dirección y comenzará a observar las cosas que están a su alrededor desarrollando pensamientos y reacciones singulares ante ellas.

¿Existe la época correcta para que el bebé deje de gatear?

El mismo tipo de duda que surge inicialmente - cuando el bebé aún no comenzó a gatear - puede surgir posteriormente. Al final, ¿por cuánto tiempo el bebé debe gatear? Tatiana destaca que no existe un período adecuado para ello. "Cada bebé tiene su tiempo, por lo general dejan de gatear cuando empiezan a caminar con apoyo", dice.

La mayoría de los bebés da los primeros pasos entre 10 y 12 meses de vida. Sin embargo, esto puede variar bastante. Cada niño tiene su tiempo y su desarrollo individual.

La pediatra Tatiana resalta que nunca deben usarse andadores para facilitar la posible transición de la fase de gatear a la de andar. "La forma de andar que el andador enseña es una marcha errónea, que fuerza la columna del bebé", dice. "Además, los peores accidentes en niños menores de un año son causados ​​por los andadores", añade.

Consejos para animar al bebé a gatear

Los padres no pueden nunca saltar una etapa del desarrollo motor del bebé y ni querer "apresurarla". Sin embargo, algunos consejos simples pueden estimular a los hijos a hacer ciertas acciones como, por ejemplo, gatear.

Tatiana pasa algunas orientaciones en este sentido:

Coloque juguetes o cosas que el bebé le gusta a la vista, pero fuera del alcance de él;

Quédate tú misma a la vista del bebé, pero fuera del alcance de él;

Coloque cosas como cojines, cajas y otros objetos creando caminos interesantes para que el bebé pase.

  • Vale resaltar que es fundamental tener paciencia y respetar el tiempo del niño.
  • ¿Qué cuidados tomar cuando el bebé empieza a gatear?
  • Es fundamental tomar algunas medidas cuando el bebé empieza a gatear. Tatiana habla de ellas:

Compruebe que el ambiente está seguro para él.

Proteja al bebé de desnivel del piso, escaleras.

Proteja al niño de las entradas en entornos peligrosos de la casa, como la cocina.

  • Cierre las tomas bajas de la casa con protectores.
  • Tenga cuidado con las mesas de centro bajas que tienen quinas - donde el bebé que engancha puede golpear la cabeza.
  • Tenga cuidado con objetos peligrosos por el suelo.
  • Aténgase a las toallas de mesa colgadas en una altura que el bebé pueda alcanzar enganchando: pues él va a tirar y todo lo que está en la mesa puede caer encima de él, causando un grave accidente.
  • Mi bebé no se burla, y ahora?
  • Es normal que los padres, al ver que su hijo no está enganchando - a diferencia de otros niños de la misma edad y de la convivencia de la familia -, se sienten preocupados. Pero, como explica Tatiana, esta preocupación no debe existir si el bebé sólo no está enganchando. "Cada bebé tiene su tiempo y, vale recordar, muchos ni llegan a gatear", dice. Sin embargo, resalta la pediatra, si el niño tiene alrededor de 1 año de edad y aún no ha demostrado ninguna manifestación en el intento de intentar moverse, los padres deben comunicarse al pediatra.