Extraído de la aceituna, el aceite de oliva es un aceite natural muy sabroso y una alternativa sana para sustituir las grasas saturadas presentes en productos de origen animal y que son perjudiciales para la salud.
La alta calidad gastronómica del aceite permite que se consume en su forma natural, principalmente en la finalización de platos y ensaladas. Poca gente sabe, pero el aceite también puede ser utilizado en la preparación de comidas calientes y frituras, pues incluso a temperaturas más altas el aceite no pierde sus propiedades beneficiosas.
Rico en grasas saludables, contribuye con la disminución del colesterol malo (LDL) y promueve el aumento del buen colesterol (HDL). Otros beneficios del aceite para la salud son la protección contra el cáncer y los problemas en el corazón, tiene vitaminas A, D, E K, y es un gran antioxidante que retrasa el proceso de envejecimiento celular.
Las grasas monoinsaturadas, presentes en gran cantidad en el aceite, modifican la distribución de grasa corporal y disminuyen la acumulación en la región abdominal. Por eso, podemos decir que el aceite tiene efecto anti-vientre y ayuda a afinar la cintura, más un motivo para incluir el aceite en las comidas.
Pero la lista no por ahí. El aceite extraído de la aceituna acelera el funcionamiento del metabolismo, facilita la digestión, mejora la absorción de calcio y minerales, actúa positivamente en el funcionamiento del estómago y del páncreas.
Para aprovechar los beneficios del aceite, la cantidad ideal que se debe consumir al día es de dos cucharadas de sopa.