Usted ya debe haber oído que una dieta rica en grasas y azúcares puede llevar a la obesidad y aumentar los riesgos del desarrollo de la diabetes de tipo 2 cuando los pacientes no producen o son resistentes a la insulina.
Lo que tal vez no sepa - y que es una excelente noticia - es que hay algunos alimentos que pueden reducir las posibilidades de que usted tenga esa enfermedad. Esta novedad surgió a partir de un estudio que fue publicado por el periódico científico The Lancet: Diabetes & Endocrinología en octubre de 2017.
Omega-6: el gran aliado en la reducción del riesgo de la diabetes del tipo 2
La investigación publicada el mes pasado analizó 20 estudios anteriores y recogió datos de casi 40 mil adultos de más de 10 países. Todas estas personas habían pasado por exámenes para medir sus niveles de ácido linoleico, una sustancia que indica la presencia del omega-6 en el organismo.
Las personas analizadas en el estudio tenían buenas condiciones generales de salud y no recibieron orientaciones sobre su alimentación. Sin embargo, aquellas que tenían los mayores niveles de ácido linoleico en la sangre - indicando una presencia mayor de omega-6 en el cuerpo - presentaron una probabilidad mucho menor de desarrollar la diabetes del tipo 2.
El ácido linoleico no es producido por nuestro organismo, que se obtiene sólo por la alimentación. De esta forma, los investigadores concluyeron que puede haber una relación entre el consumo de alimentos ricos en omega-6 y la reducción del riesgo de la enfermedad.
Alimentos ricos en omega-6
Así como la omega-3, la omega-6 es una grasa poliinsaturada, conocida por ser una grasa "buena", presente en todas nuestras células. Además de presentar indicios de proteger el organismo contra la diabetes del tipo 2, el omega-6 es importante para regular el funcionamiento del cerebro y el crecimiento de nuestro cuerpo.
Los alimentos que más se destacan en el contenido de omega-6 son las nueces (10,8 gramos en una porción de 28 gramos), las semillas de girasol (9,3 gramos en la misma porción) y el maní (4,4 gramos ).
El aceite de girasol y el aceite de soja también son buenas fuentes de omega-6: contienen, respectivamente, 8,9 gramos y 6,9 gramos de esta grasa en una porción de 15 ml.
Lado mal: el exceso de omega-6 es perjudicial para la salud
Aunque la investigación ha demostrado el beneficio de la omega-6 en la prevención de la diabetes del tipo 2, el consumo de este ácido graso debe ser moderado, o puede llegar a ser perjudicial.
La cantidad diaria ingerida debe ser menor que la de omega-3, presente principalmente en los peces grasos como el salmón. Esto sucede porque el omega-6 obstaculiza la absorción de esa grasa, aumentando así los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
El omega-6 también agrava los procesos inflamatorios del organismo, por lo que puede empeorar los síntomas de enfermedades autoinmunes, acné, asma y reumatismo. Además, esta grasa puede aumentar el riesgo del desarrollo de la hipertensión y del mal de Alzheimer.
De esta forma, debe haber una preferencia por los alimentos con omega-3 en relación a aquellos con omega-6. Aumentar el consumo de nueces, la semilla de girasol y el maní sólo pensando en la diabetes de tipo 2 puede no ser una medida segura, por lo que es importante seguir las orientaciones de un nutricionista.