La cervicitis es una inflamación del cérvix uterino (cuello del útero). Normalmente, se presenta en su forma bacteriana. Puede ser causada por bacterias transmitidas por la relación sexual desprotegida o por las propias bacterias presentes en la flora de la vagina.

La cervicitis crónica es detectada por medio de diagnóstico histológico, o sea, el material cosechado en el examen preventivo es analizado.

Mientras la cervicitis crónica no es grave, la cervicitis aguda, en actividad, es una enfermedad grave que debe ser tratada para evitar la enfermedad inflamatoria pélvica o complicaciones peores como la infertilidad. Al contrario de la crónica, no aparece en el resultado del preventivo, su presencia sólo puede ser detectada en el momento del examen ginecológico.

Las principales cervicites bacterianas contraídas a través de la relación sexual son la clamidia y la gonorrea y ellas están entre las mayores causantes de la infertilidad.

Síntomas

Desafortunadamente, la gran mayoría de las mujeres que poseen las bacterias de la cervicitis en actividad no siente ningún síntoma específico, lo que dificulta su diagnóstico. En algunos casos, es posible percibir la presencia de secreción vaginal purulenta, dolores debajo del vientre y cuando hay toque en la vagina o relación sexual, puede haber sangrado también durante el acto sexual e incómodo al orinar. Algunas mujeres presentan fiebre cuando la enfermedad se manifiesta.

Prevención

La principal forma de prevención es evitar el contacto directo durante la relación sexual usando siempre condón. De esta forma usted no contrae las bacterias por medio de la relación sexual. Sin embargo, contra la cervicitis causada por bacterias presentes en la flora vaginal no hay mucho que hacer para prevenir.

En este caso, es importante siempre realizar exámenes periódicos para descubrir la enfermedad lo antes posible e iniciar el tratamiento adecuado.

Si usted sospecha que puede estar con el problema, no dude en marcar una cita con su ginecólogo lo más rápido posible. Recuerde, cuando se trata de enfermedades, cuanto antes se inicia el tratamiento, mayores son las posibilidades de recuperación.

Tratamiento

El primer paso a tomar es buscar un ginecólogo para que por medio de exámenes ginecológicos pueda hacer un diagnóstico preciso del problema.

Para tratar la cervicitis, se realiza la administración de antibióticos para actuar específicamente en las bacterias que causaron la inflamación.

Incluso cuando hay sospechas y el examen no identifica la presencia de las bacterias en el lugar, es ideal mantener el tratamiento como recurso para evitar problemas mayores en el futuro.