El calostro es un líquido de consistencia más gruesa que la leche materna normal y de coloración amarillenta. Esto sucede porque esta leche inicial es más rica en factores de protección para el bebé.

En algunas sociedades, todavía hay muchos tabúes que envuelven el calostro, incluso algunos sugiriendo que sería perjudicial para el bebé. No se deje engañar: no hay alimento más beneficioso para su recién nacido que esa primera leche materna.

Generalmente, las madres que acabaron de dar a luz no sienten que sus mamas están llenas, pues el calostro es producido en poca cantidad.

En esas horas, es común que piensan que no están produciendo suficiente leche, pero eso no es verdad. Recuerde que la capacidad gástrica de un recién nacido es pequeña, por lo que esta cantidad es suficiente para nutrirlo.

La importancia de la primera alimentación del bebé

En comparación con la leche materna más madura, el calostro es más rico en proteínas y en sustancias y células de combate a infecciones (como inmunoglobulina A y leucocitos, respectivamente) y contiene menos azúcar y grasas - exactamente lo que el bebé necesita en sus primeros días de vida. Por eso, el calostro funciona como la primera vacuna de la vida del niño.

Además, el calostro es la única sustancia capaz de eliminar el meconio, una sustancia verde-oscura compuesta de moco, enzimas y sales de bilis que se forma en el intestino del bebé en la 36ª semana de gestación. Al estimular los movimientos del tracto intestinal y promover esa especie de limpieza, el calostro ayuda a prevenir la ictericia en el recién nacido.

Instinto de succión

Los bebés ya nacen con un instinto de succión, aunque es más fuerte en algunos recién nacidos que en otros. Como ese instinto es más intenso inmediatamente después del nacimiento, es recomendable que la madre amada al bebé en su primera hora de vida.

La succión no sólo estimulará el organismo de la madre a producir más leche, sino que también enviará señales al útero para que se contraiga, disminuyendo la posibilidad de que se produzcan sangrados excesivos después del parto.

Además, la primera alimentación ayudará al bebé a aprender a alimentarse - después de todo, la lactancia materna es un aprendizaje para la madre y el recién nacido. Colocar al bebé en contacto con la piel de la madre permite que él sienta el olor del calostro y quiera mamar.

Mi recién nacido no mama

Por supuesto que no todos los bebés son iguales, y algunos de ellos parecen no interesarse mucho por el seno materno en un primer momento. En esas horas, las madres pueden pensar que han mamado muy poco, pero la verdad es que los recién nacidos no necesitan mucha leche por mamada - y, de todos modos, el seno no contiene un gran volumen de calostro.

En esta fase, es más importante que el bebé mame con frecuencia, en pequeñas cantidades, que quedarse en el seno durante largos períodos. Como las mamas aún no están tan llenas de lechuga, ellas permanecen blandas, lo que facilita que el recién nacido aprenda a aspirar.

Si usted tiene dudas sobre la lactancia, no deje de consultar nuestro artículo supercompleto sobre la lactancia materna con una serie de consejos y relatos de otras madres. Y, por supuesto, si usted se enfrenta a dificultades, siempre busque ayuda médica.