Las ropas, principalmente blancas, tienden a quedar manchadas con el tiempo y el uso. Normalmente estas manchas se asignan al desodorante pero, en realidad, hay una serie de hábitos que deben ser observados para prevenirlas.

La causa

La gran dificultad de los fabricantes de desodorante en minimizar los efectos de sus productos sobre los tejidos es el hecho de que los componentes responsables de la disminución de la transpiración son justamente los mismos que causan las manchas amarillentas en las ropas blancas y las manchas en las demás piezas. Estos componentes son las sales de aluminio o aluminio-zirconio, además de iones de hierro. Retirándolos de la fórmula de los desodorantes, éstos dejarían de ser eficaces. Estas sales acaban penetrando en la fibra del tejido, ya que son extremadamente finas. Su acumulación en esas fibras es lo que provoca las manchas. Otro agente causante de las manchas en las axilas es el propio sudor humano. A pesar de ser transparente, la sustancia es bastante propicia a la aparición de bacterias y microbios. Estos microorganismos se acumulan en el lugar, reaccionando también con la grasa corporal y eventualmente ocasionando las manchas amarillas. Algunos tejidos son más propensos a la aparición de áreas manchadas. En general son los tejidos compuestos de fibras naturales, como la seda, el algodón y la lycra, por ejemplo.

Además de los factores ya citados, hay varios otros que pueden contribuir al problema. Los factores emocionales, como el estrés, por ejemplo, pueden conducir a la formación de manchas debido a un cambio en las características del sudor. Las hormonas también pueden ser responsables, cuando tienen sus niveles alterados por algún motivo.

La solución La principal manera de evitar la formación de manchas amarillentas en la ropa es lavarlas inmediatamente después de su uso. Esta técnica impide que el sudor, mezclado al desodorante, fije en el tejido, lo que facilita su remoción. Si el problema es en ropa blanca, antes de efectuar el lavado aplique jugo de limón sobre las partes afectadas. Es fundamental que la pieza esté seca. Dejar actuar por unos minutos, lavándolos normalmente a continuación. Para dejar la ropa aún más blanca

, mezcle agua, jabón en polvo y una tapa de alcohol y deje en remojo durante unas tres horas. A continuación, lave normalmente.

Si las manchas están en ropa de colores, el jugo de limón también puede ser una buena idea - y su acción se puede potenciar mezclando a él un poco de bicarbonato de sodio. Lave la pieza normalmente a continuación.

Atención: sólo pase las piezas a plancha cuando esté seguro de que las manchas se han retirado. Esto es porque el hierro caliente ayuda a fijar las manchas en la fibra del tejido.