Conciliar sentimientos relativos a la familia, amigos y relaciones amorosas, salud, situación financiera, estudios y realización de sueños con la rutina de trabajo no es una tarea simple, pues tanto el intento de suprimir problemas para mantener una postura adecuada al ambiente corporativo, cuanto la libre expresión de desequilibrio emocional son perjudiciales.
Tener el discernimiento de que es necesario dejar el mundo suceder allá afuera mientras se está trabajando, separando aspectos esencialmente personales, mientras que vivimos nuestros momentos profesionales es fundamental para mantener la tranquilidad en la rutina.
El profesional no necesita ignorar sus sentimientos, pero debe tratar de cuidar para que éstos no cambien su eficiencia y su comprensión de las relaciones con colegas, cuando haya críticas profesionales, por ejemplo.
Percepción y relación de las empresas con el profesional con problemas personales
De acuerdo con Adriana Souza, analista de Recursos Humanos de Catho Online, la mayoría de las empresas pueden notar cuando hay algún problema en la vida de su colaborador: "Los comportamientos varían de persona a persona la persona, cada uno tiene un tipo de reacción, pero normalmente un empleado con problemas personales presenta una caída en el rendimiento, cambios de humor, aislamiento, baja atención, fácil dispersión, entre otros.
En general, las dificultades de trabajar con ahínco y entusiasmo cuando hay problemas psicológicos, preocupaciones con cuentas vencidas, parientes enfermos o desilusiones amorosas son vistas con comprensión por las empresas. Muchas firmas proporcionan alguna forma de apoyo, pero la complacencia con la interferencia en la productividad, la atención y el interés por la actividad laborativa tiene sus límites, pues el profesional debe demostrar disposición a salir de la situación problemática pidiendo ayuda y demostrando superación.
Búsqueda por ayuda en la empresa
Por más que contar con la ayuda dentro de la empresa para un asunto personal pueda parecer extraño, esta opción es viable: "Si el problema es de orden financiero, la empresa puede ayudar concediendo un anticipo salarial o un crédito nómina. Ya sea una cuestión de salud, ofreciendo cuidados inmediatos y aconsejando al profesional a buscar el debido tratamiento. Si el caso es de dependencia química o conflictos psicológicos, sugiriendo una terapia. El área de Recursos Humanos o el departamento de Salud Ocupacional de la empresa puede ser un auténtico aliado. ", Afirma el escritor y orador en Gestión de Recursos Humanos Tom Coelho.
Sin embargo, la búsqueda por ayuda dentro de la empresa debe ser hecha de manera cuidadosa, para que no resulte en una exposición no deseada. Saber filtrar las informaciones y relatar el problema aunque superficialmente, permite que el superior jerárquico no entienda las dificultades de concentración en el trabajo como descuido y facilita el acceso a los programas de ayuda al colaborador que algunas empresas ofrecen.
Consejos de comportamiento profesional ante dificultades personales
- Evite el aislamiento, dejando de compartir sus problemas con las personas más cercanas, pues como las horas de trabajo son largas, si no hay ningún tipo de diálogo, la posibilidad de acumulación de estrés es mayor ;
- Evite también la exposición excesiva. No divida sus anhelos con todos alrededor, pues es posible que haya personas interesadas en escuchar sus preguntas sólo para descubrir sus debilidades para usar en ataques contra usted en el futuro;
- Sea discreto, cuidando para que sus asuntos personales sean tratados de manera reservada. Busque cerrar la puerta o alejarse cuando se trate de asuntos personales al teléfono durante el horario. Si está resolviendo los problemas personales por el equipo, asegúrese de cerrar las ventanas de conversaciones o sitios web cuando salga de la habitación en cualquier momento;
- No llores en público, porque algunas personas pueden no entender su momento de fragilidad y usar su exposición emocional de forma equivocada y que pueda perjudicarte.
Además de cuidar de la conducta en los momentos de dificultad, el profesional debe buscar alternativas para mantener las riendas sobre la expresión de sus sentimientos meditando, relajándose, distrayéndose, ocupando la mente con otros asuntos que no el problema, o encontrando religiosidad dentro de usted.