Muchas impresiones estandarizadas están relacionadas con la creatividad, las ideas más innovadoras y revolucionarias a los talentos artísticos. Estas creencias acaban haciendo que muchas personas deseen ser más creativas o se consideren totalmente desprovistas de esa característica. Sin embargo, hay que tener cuidado de que nada de eso se convierta en un gran villano para el potencial de todo individuo.

"La creatividad es un talento fundamental para hacer frente a los desafíos en el día a día. En un mundo cuyo cambio es la única constante, ser creativo hace la diferencia para emprender en los desafíos o sucumbir a los mismos, ya sea en aspectos personales o profesionales ", enfatiza el coach ejecutivo e instructor de gestión de cambios André Luiz Dametto, de ALD Consultoría. Se engaña, sin embargo, quien cree que la creatividad sólo forma parte de la vida de quien trabaja en áreas tradicionalmente reconocidas por esa característica, como las artísticas o tecnológicas. "Crear e innovar forma parte de comportamientos deseados en todos los campos profesionales, pues siempre hay oportunidades de mejorar productos, servicios, procesos, formas de gestionar personas o transformar modelos de negocio", aclara el experto.

Además, es importante destacar que hay varias formas de creatividad, cada una importante a su modo, pudiendo incluso ser complementarias, pero no excluyentes. Todo ser humano, por lo tanto, es creativo por naturaleza y eso queda claro incluso en las situaciones más banales, como la capacidad de lidiar con problemas relacionales, en encontrar soluciones para imprevistos domésticos o hasta la hora de desarrollar métodos particulares para memorización o aprendizaje.

Mayores mitos sobre la creatividad

A pesar de estas evidencias prácticas sobre la existencia de la creatividad en diversos aspectos de la vida, todavía puede ser que algunas personas se identifiquen como no creativas. Por eso, es válido resaltar que ese elemento se expresa de diferentes maneras y grados en cada individuo y eso se relaciona directamente con una serie de factores de las experiencias particulares: "la creatividad se desarrolla en el propio proceso de formación psicológica", dice el psicólogo y, el escritor Alexandre Bez, "cuanto más sano sea la infancia y la interacción social, más la persona estará apta para dialogar con los factores que determinan la creatividad".

No se trata de un don

Considerando la creatividad como un elemento necesario a la vida y construido a lo largo de ella, es automático desmitificar uno de los equívocos más ampliamente reproducidos acerca de ella. Así como ocurre con habilidades específicas, la verdad es que la creatividad necesita ser lapidada, es preciso "identificar sus vocaciones y aptitudes naturales. Son las que desarrolladas se transforman en nuestros talentos ", afirma André.

No toda idea viene de una visión

Una creencia muy romántica es la de que las personas creativas tienen más facilidad para concebir ideas al azar, que surgen de la nada y listos para ser realizadas. Sin embargo, el coach André Luiz observa que las medidas más creativas suelen ser fruto de un proceso, el cual comienza "con la recolección de datos sobre el problema en cuestión, seguido de una etapa de incubación, o sea, el momento en que nos "distanciamos del problema y ahí sí, eureka, resulta más fácil obtener un estallido creativo", describe.

Hábitos enemigos de la creatividad

Con el enfoque en los talentos (re) descubiertos con la ayuda de la práctica de las aptitudes, el estímulo de la creatividad es una consecuencia, pero esta no es la única solución para convertirse en una persona más creativa. El psicólogo Alexandre advierte que el desarrollo de la creatividad en la vida adulta exige condiciones favorables y algunos hábitos comunes-algunos de los cuales se consideran autosuficientes por André Luiz- pueden ser grandes villanos en esa búsqueda.

Miedo de errar

Pensar en la posibilidad de no golpear de primera puede llevar a mucha gente a desistir de poner alguna idea en práctica. El apego a la perfección puede ser muy perjudicial en ese sentido, principalmente por el riesgo de relegar proyectos al olvido. Para evitar este tipo de comportamiento, André Luiz propone una resignificación del error, encarar esa posibilidad como una nueva oportunidad, pensando que "en innovación, el error nuevo es un acierto", sugiere. • Es común que una consecuencia del miedo a errar sea la procrastinación, "muchas personas prefieren aplazar implementar sus proyectos sólo cuando estén perfectos", comenta el coach ejecutivo.

Otra manifestación de este hábito está en el famoso "dejar para mañana lo que se puede hacer hoy", lo que es diferente de dejar ideas madurar y puede incluso debilitar el flujo creativo. También se encaja en ese aspecto la preferencia por evitar dar inicio a tareas que pueden ser laboriosas.

André Luiz recomienda la adopción de un modelo de acción muy simple para evitar que las ideas se pierdan en ese limbo. Para el experto, lo ideal sería "aceptar un modelo" nota 6 "que será el primer paso para la concreción de la idea"; la postura que implica también en cuestiones más cotidianas, como la organización de un cuarto o el desarrollo de un sistema de carencias solidarias entre vecinos, por ejemplo.

Supervaloración del ego

Principalmente en el medio profesional, un comportamiento bastante perjudicial al proceso creativo es la gran preocupación en asumir una propuesta, concebir una idea y no compartirla con otras personas que pueden venir a involucrarse en la actividad. "Pensar solamente bajo la propia óptica impide a los creativos de dialogar con las personas que se beneficiarán de los proyectos y co-crear con ellas las mejores soluciones", observa André Luiz. Es necesario, pues, aceptar que algunas veces la mejor manera de crear puede ser exponiendo sus ideas y aceptando colaboraciones que puedan sumar a ella.

Estado emocional sacudido

Como ya se ha dicho anteriormente, la creatividad está completamente relacionada con el desarrollo psicológico de cada persona. Por eso, el psicólogo Alexandre Bez destaca el estado emocional como un hecho de total influencia en el proceso creativo, citando la depresión, la timidez excesiva, la falta de motivación y la autocrítica muy rígida como algunos de los principales factores que pueden disminuir el potencial creativo. En este sentido, el coach André Luiz también resalta que la creatividad es favorecida cuando hay equilibrio entre diversos aspectos que tangen la vivencia humana, de los cuales destaca el cuerpo físico, energético, astral, mental y espiritual, que pueden ser trabajados individualmente para que se que integren, formando un ambiente favorable al desarrollo de la creatividad.

8 maneras de ejercitar su creatividad

Luchar contra la monotonía de la rutina, además de proporcionar días más agradables, es una actitud que puede ser bastante fructífera, principalmente por aumentar las posibilidades de tener una nueva mirada sobre las cosas. Uno de los motivos que más benefician el desarrollo de la creatividad durante la infancia está directamente ligado a la percepción de novedades, "para los niños, todo es desafío y oportunidad para crear lo nuevo, por lo que sonríen más, juegan más y hacen más preguntas", y en el caso de las mujeres.

Sin embargo, esta característica de admiración muchas veces termina perdiendo conforme el adulter, como nota el profesional. Por eso, se hace esencial para la creatividad la salida de la zona de confort, que puede provocar una acumulación de nuevas experiencias y motivar nuevas ideas. Al final, "Einstein sabiamente decía que no obtendremos resultados diferentes realizando los mismos procedimientos", recuerda el coach ejecutivo.

Afortunadamente, romper con la zona de confort no es tan difícil como parece, basta adoptar una cultura de pequeños cambios, "podemos cambiar el trayecto hacia el trabajo o incluso leer una revista que nunca hojearía", sugiere André. "Puede parecer extraño, pero esas nuevas conexiones hacen la diferencia en el proceso creativo, pues el cerebro se vuelve más apto para crear nuevas conexiones de pensamiento", explica.

Para no dejar que el cotidiano sufoque la creatividad, la práctica de algunas actividades corrientes pueden servir como oxígeno y estímulo para la aparición de nuevas ideas.

1. Contacto con la naturaleza

Un método bastante indicado tanto para relajarse cuanto para dar flujo a impulsos creativos consiste en entrar en contacto con la naturaleza. Para ello, cultivar un jardín, una florería o incluso una colección de vasos puede ser una buena salida; otro lado positivo de esta práctica recordado por André es que los resultados del cuidado pueden ser vistos rápidamente.

No sólo los árboles y las plantas se incluyen aquí, pero también los animales domésticos. Por más simple que este gesto pueda parecer, el cuidado con esas otras formas de vida por sí solo ya puede ser considerado un acto creativo y, ciertamente, sólo trae beneficios.

2. Practicar deportes

La práctica deportiva proporciona beneficios incuestionables para el cuerpo físico, uno de los principales aspectos que condicionan el desarrollo de la creatividad para André Luiz. Además, también se nota a partir de ello un fortalecimiento psicológico, principalmente en lo que se refiere a la preparación para lidiar con fallas, además del perfeccionamiento de la comunicación para una buena relación interpersonal y el ejercicio de la seguridad y de la autoestima.

3. Meditar

Como se dijo anteriormente, el alejamiento de las cuestiones que necesitan ser solucionadas y la relajación de la mente son esenciales para oxigenar la mente. En cuanto al cuerpo energético y al astral, apuntados por el coach como factores que componen la vivencia humana, las prácticas de técnicas de meditación, yoga, terapias y masajes abren los canales de percepción de ideas y fomentan la empatía, aumentando las posibilidades de buenas relaciones interpersonales .

4. Leer y escribir

La práctica de la lectura y de la escritura comienza muy temprano en la vida de muchas personas. Aquellas que tienen el privilegio de ser alfabetizadas aún en la infancia cuentan también la suerte de poder comenzar a trabajar la creatividad en esa fase tan fructífera.

Para fomentar la creatividad, un hábito muy sano es el de la lectura. Hay quienes recomiendan géneros literarios específicos y quienes defienden que lo importante es leer, pero el psicólogo Alexandre enfatiza un punto bastante importante al recordar que todo es una cuestión de gusto. Descubrir entonces el tipo de lectura que más le guste que haga bien es el mejor camino para adoptar esa acción como rutina. "Otra sugerencia dada por el especialista André Luiz es de trabajar el cuerpo mental -es decir, el intelecto- escribiendo:" mantener un diario contando sobre lo que hizo de más creativo en el día ayuda a crear la cultura de cambio ", aconseja.

5. Aprender nuevos idiomas

Sin duda una de las actividades más recomendadas y que más colaboran para mantener la mente activa y burbujeante de nuevas ideas. No importa si usted quiere aprender inglés, francés o ruso: estudiar un nuevo idioma desarrolla áreas vitales del cerebro, refuerza la capacidad de la memoria de retención de información y, principalmente, mejora su atención y le ayuda a dispersar menos.

Todos estos beneficios todavía vienen acompañados, por supuesto, del conocimiento que el estudiante adquiere y de la apertura para un mayor contacto con culturas diferentes.

5. Trabajos manuales

Para hacer algún trabajo más artesanal, no es necesario poseer ningún don artístico agudo, basta con divertirse mientras se dedica a su obra. Puede ser pintura, artesanía, bordado, incluso colorear libros para adultos: cualquier actividad es válida para instigar la mente y estimular la creatividad. El bacana de ese tipo de ejercicio es que usted puede descansar la mente mientras hace algo placentero del cual puede ver el resultado rápidamente; así, al mismo tiempo que tienes un momento de ocio, acaba facilitando que tu cerebro no empaque a la hora en que necesites forzarlo para crear algo.

Cabe recordar que, a pesar del nombre, los "trabajos" no deben ser aburridos y tediosos, ni demandar tanto esfuerzo que acabe siendo desgastante para la persona. Por el contrario, es fundamental que te sientas feliz mientras estás haciendo arte, pues así el resultado de la actividad va a ser la mejor posible si lo que buscas es mantener tu mente más viva.

7. Desarrollar la musicalidad

Supuestamente fue el filósofo Aristóteles quien dijo que "la música es celeste, de naturaleza divina y de tal belleza que encanta el alma y la eleva por encima de su condición". El arte de hacer música, jugar con las notas musicales y las melodías para convertirlas en una composición puede ser gratificante.

Además, André Luiz recuerda que aflorar su musicalidad puede ayudar a desarrollar nuevas conexiones y perfeccionar la agilidad mental y la percepción, indispensables para que una persona pueda mantenerse creativa. Si usted no sabe tocar nada, un buen primer paso puede ser entrar en una escuela del instrumento que más le guste, o incluso autodidacta, utilizando los libros, revistas y la internet a su favor. Lo importante es que te sientas bien mientras desarrollas tus habilidades.

8. Actividades pasivas

Ver los programas de televisión y navegar por Internet son pasatiempos muy comunes, pero suelen hacer que sus pasantes pasivos frente a las pantallas y, por lo tanto, son menos beneficiosos que las actividades sugeridas arriba. Para subvertir un poco esa lógica y hacer que este tiempo sea más motivador para la creatividad, el coach sugiere combinar esas prácticas con otros ejercicios de los cuales usted pueda ser protagonista: "¿por qué en vez de sólo asistir a las series televisivas, por ejemplo, también no escribimos sobre lo que aprendimos de la misma? Esto ha sido un acto más creativo ".

Además de los cuadernos personales y de los diarios, también es posible mantener una página web que sirva de plataforma para que usted divulgue su trabajo y todo producto de su creatividad, como fotografías, textos, música o cualquier otro contenido creado por usted. "Alexandre Bez afirma que toda actividad es válida, pero recuerda que no todo lo que motiva a una persona es combustible para otra," depende mucho de las habilidades desarrolladas en la infancia en las actividades lúdicas y hasta donde entra el interés personal por la actividad propuesta ", atenta el psicólogo , "Condiciones internas y asociaciones inconscientes del pasado pueden o no impulsar el interés por algún tipo de práctica".

Es válido concluir, por lo tanto, que la mayor fuerza a favor de la creatividad es la de la experiencia. Es importante experimentar nuevos sabores, nuevas vistas, nuevos lugares y considerar cada nueva idea como un chasquido creativo.