Pocas cosas causan tanto incómodo en la vida de las mujeres como el período menstrual. Y no son sólo los cólicos, las hinchazones en el cuerpo y los cambios de humor que perturban, los absorbentes también tienen su parte de culpa.
A la hora de elegir el absorbente ideal, la mayoría de las mujeres aprecia por comodidad, seguridad, higiene y discreción y en esa búsqueda los más utilizados son los higiénicos de uso externo y los tampones de uso interno. Cada uno tiene sus pros y contras, pero dependiendo de la sensibilidad de la mujer, ambos pueden causar reacciones alérgicas, molestias, limitar la práctica de actividades físicas e impedir que la mujer use ropa clara y justa cuando están menstruadas.
Si usted también sufre con esas molestias, puede que le guste conocer la novedad que está llegando a Brasil, el vaso menstrual, una alternativa sostenible y económica de contener el flujo en aquellos días. En un primer momento, este artefacto puede generar bastante extrañeza, y causar un cierto asco, pero después de hacer gran éxito entre europeas, canadienses y norteamericanas, el vaso promete conquistar a las mujeres brasileñas.
¿Qué es el vaso menstrual?
Se trata de un dispositivo intravaginal con un formato parecido al de una pequeña copa que se inserta en el canal de la vagina para retener el flujo de la menstruación. El material más utilizado en su fabricación es la silicona quirúrgica, que es más seguro para evitar alergias, pero existen en el mercado productos hechos con otros materiales.
El vaso menstrual tiene consistencia maleable y es plegable para poder ser insertado en la vagina de manera semejante al condón femenino. Está disponible en varios colores, tamaños y en dos versiones, una desechable y otra reutilizable, que cuando bien conservada, puede durar hasta 10 años.
El tamaño indicado para cada mujer varía de acuerdo con la edad, tipo físico, si ya ha tenido gestaciones, actores importantes para evaluar la elasticidad y fisiología de cada mujer. El tipo de flujo no interfiere en la elección del tamaño, según los médicos, eso influye en el tiempo de descarte del flujo. En la duda, pida ayuda a su ginecólogo para elegir el tamaño adecuado.
El vaso desechable tiene la misma función del absorbente, pero promete ofrecer más comodidad, practicidad y economía en relación a las opciones que existen en el mercado, además de reducir el riesgo de alergias e infecciones y ser una alternativa ecológicamente correcta.
¿Cómo se utiliza?
La utilización del vaso menstrual es tan simple como la de un tampón interno y parecida a la manera de colocar el condón femenino. Siempre que lo utilice por primera vez y después en los primeros días de la menstruación, debe ser esterilizado con agua hirviendo. Para colocarlo, es necesario sentarse en el inodoro, doblarlo, apretarlo firmemente con la abertura hacia arriba e introducirlo en el interior de la vagina. Al soltarlo, se abre naturalmente formando un vacío que lo deja en la posición correcta preso por la acción del vacío y los músculos de la vagina reteniendo el flujo.
Para retirarlo, basta con tirar suavemente el extremo del vaso una de las manos y con la otra retirar el borde deshaciendo el vacío que permite la retirada. A continuación, se debe verter la sangre recogida en el inodoro, lavar el vaso con agua y jabón, secarlo y colocarlo en el interior de la vagina de nuevo.
Cuando se inserta correctamente, y en el tamaño adecuado, el vaso no debe causar dolores ni fugas. El intervalo de cambio, según los fabricantes, puede ser de hasta 12 horas para mujeres de flujo moderado, pero los médicos recomiendan que el cambio se haga con intervalos menores, no sobrepasando 8 horas.
Ventajas del uso del vaso menstrual
Confort: Por quedar posicionado en la parte interna, más precisamente en el canal vaginal, el colector no causa ningún tipo de incomodidad cuando se coloca correctamente. Muchas mujeres afirman sentir tanta libertad al usar el vaso menstrual que pueden dormir, hacer deportes, nadar y hasta se olvidan de que están usando.
Economía: Un colector reutilizable cuesta en promedio R $ 80,00, pero este valor distribuido a lo largo de aproximadamente 10 años - plazo estimado de validez del colector - es mucho menor que el valor que la mujer tendría que desembolsar en este mismo período comprando absorbentes desechables internos o externos, un cálculo que gira en torno a R $ 600,00.
Sostenibilidad: Los absorbentes comunes contribuyen a la generación y acumulación de residuos, ya que los colectores producen menos volumen de basura y tienen una vida útil larga, llevando más tiempo para ser descartados.
Higiene: Muchas mujeres pueden encontrar el vaso menstrual asqueroso, pero como el flujo menstrual queda retenido dentro del artefacto, la sangre no entra en contacto con las bacterias del aire, por lo que no queda mal olor, como sucede con los absorbentes común. Sin embargo, es esencial hacer una asepsia correcta de las manos y principalmente del colector durante los descartes de flujo y después de la menstruación cuando se guarde para el siguiente ciclo.
Menor riesgo de alergias e infecciones: A diferencia de los absorbentes comunes, el vaso menstrual sólo retiene el flujo, es decir, no se seca sofocando la vagina, lo que inhibe la proliferación de hongos y bacterias, además, no altera la la flora y el PH vaginal. Los vasos de silicona quirúrgica son hipoalergénicos, ya los hechos de látex o elastómetro son alergénicos, por lo que se atenta a la información de la etiqueta. El uso del vaso también evita el Síndrome del Choque Tóxico, generalmente causada por el uso de absorbentes internos.
Mayor practicidad: Incluso con la capilla que le acompaña algunos modelos para ser transportados, el vaso menstrual hace menos volumen que un paquete de absorbentes, por ejemplo, por lo que es más fácil de transportar y almacenar.
Desventajas del uso del vaso menstrual
No todas pueden usar: Los adolescentes en la primera menstruación y las mujeres vírgenes tienen mayor sensibilidad en esta región, por lo que deben evitar el uso del vaso menstrual para evitar lesiones en la vagina. Las mujeres en el período post-parto o con mala formación vaginal no deben usar el vaso menstrual.
Dolores e incómodas: Quien no está acostumbrado a la manera de colocar y retirar el vaso menstrual, puede sentir algunos dolores en los primeros intentos, nada diferente de las primeras experiencias con el absorbente interno. Para resolver el problema, es importante tratar de encontrar la posición más cómoda para insertar y también conocer los diferentes tipos de plegado del colector para encontrar la más adecuada al cuerpo o recurrir a los lubricantes.
Cólicos menstruales: Existen relatos de mujeres que notaron el aumento de la ocurrencia de cólicos menstruales después de que pasaron a usar el colector, pero casi siempre, esto se debe al uso inadecuado del colector posicionado de manera incorrecta.
Fugas: La mayoría de las pérdidas ocurren debido al mal posicionamiento del vaso en el canal de la vagina. El exceso de flujo también puede generar fugas, por lo que es importante estar atento a los períodos de descarte ya la elección del tamaño del colector.
Dificultad de usar en lugares públicos: No todos los locales ofrecen condiciones adecuadas para hacer la higiene del colector de la forma correcta, es decir, con agua y jabón, por lo que siempre es bueno pensar en alternativas como el uso de pañuelos humedecidos.
Siempre es bueno alertar: el vaso desechable no tiene ningún efecto anticonceptivo y no previene enfermedades. Si tiene alguna otra duda, no dude en consultar a un ginecólogo. Puede ayudar a elegir el tamaño ideal para usted, así como indicar la forma correcta de usar el vaso menstrual.
Vea en el siguiente vídeo cómo insertar, usar y quitar el vaso menstrual: