Si antes ustedes tenían todo el tiempo del mundo para disfrutar, viajar, enamorarse y hasta tener esas peleas de novio, ahora con los hijos, los problemas, las expectativas, el dinero y el día a día serán todos compartidos, lo que inevitablemente crea situaciones de malestar y puede saturar la convivencia, disminuyendo el impulso sexual.

Con la llegada de los hijos, el tiempo libre disminuye radicalmente, al tiempo que las responsabilidades aumentan sensiblemente. Después de un día de rutina y trabajo sumado a las demandas de los hijos, es común que tanto la mujer como el hombre lleguen al final del día, cuando estarán finamente juntos, exhaustos. Y en esos casos, es difícil exigir de uno u otro una gran voluntad y entusiasmo para el sexo.

¿Creyó que era muy difícil? Calma que tiene forma. Con un poco de organización y buena voluntad de mantener su relación feliz y sexualmente activa, da para driblar los problemas siguiendo algunos sencillos consejos, pero que pueden dar buenos resultados. En una vida atribulada de matrimonio, hijos, responsabilidades y tantos problemas, gozar de los momentos posibles para el sexo es fundamental. No se puede esperar siempre la hora perfecta, con tiempo y tranquilidad, porque esa oportunidad puede tardar días para llegar. Apostar en las rápitas es una buena idea, utilizando los momentos en que están juntos, en el baño o al despertar. Busque disfrutar de estas oportunidades para mantener el interés sexual entre ustedes siempre activo.

2. Nada de descuido

Todo el mundo tiene esa ropa golpeada que le gusta usar en casa. La intimidad trae consigo una relajación en cuanto a la apariencia física, lo que es ordinario. También no es posible exigir de ninguno de los dos que estén siempre bonitos y perfumados cuando casi todos los momentos son compartidos.

Pero esta negligencia común puede influir negativamente en la atracción de la pareja, que se ama y quiere vivir juntos, pero que no ha perdido su sentido estético. Intenta evitar que ese descuido sea permanente y que sobrepase ciertos niveles fundamentales. Tomando ese cuidado, usted no sólo se sentirá más atractivo para él, como para sí mismo. 3. Ir a la cama juntos

A veces el día es tan lleno que el único momento en que la pareja puede quedarse a solas es a la hora de dormir. Una iniciativa que puede tener un resultado duradero y eficaz es incluir en la rutina que ustedes siempre se acosten juntos. Así ustedes demuestran uno para el otro como valoran esos momentos, refuerzan sus lazos amorosos y pueden aprovechar para finalmente intercambiar cariños. No dejes que se detienen siempre en horarios diferentes, esto puede convertirse en una costumbre y causar un alejamiento cada vez mayor.

4. Conversación sobre sexo

En cualquier tipo de relación amorosa, verbalizar sobre sexo es esencial y en el matrimonio con hijos no debe ser diferente. Dejar las preguntas a las claras, las expectativas, los deseos y las dudas, sigue siendo la mejor opción para mantener la intimidad más fácil y agradable.

Después de la llegada de los hijos, muchas dudas y temores pueden surgir en la vida sexual de una pareja. La falta de comunicación entre el hombre y la mujer da lugar a especulaciones, decepciones, celos y conclusiones precipitadas. Si hay algo que te incomoda en relación al sexo, respire profundamente y converse con él. Así que la resolución de un problema será mucho más fácil y esa actitud simple puede terminar un problema que tal vez ni era tan grave cuando parecía.

5. Billetes apasionados

Una solución simple, y que puede incluso parecer tonta, pero que funciona y muy bien. Coloca recuerdos apasionados por la casa, dentro del coche o en el espejo del baño. Siempre es una sorpresa deliciosa y hace que la persona se siente recordada. Para lograrlo aún más emocionante, escriba boletos sensuales y esconda en el bolsillo de los pantalones que esté usando o en la cartera.

6. Salen juntos

No es porque ahora ustedes son una familia que necesitan dejar de hacer lo que siempre les ha gustado. Si antes de los hijos tuve la costumbre de salir juntos para comer, bailar o pasear, aunque las posibilidades sean raras, no dejen de aprovechar. De esta forma, nadie se olvidará de lo que el otro es divertido y atractivo, de la manera que ustedes se conocieron. Nada de encerrar la vida social dentro de casa. Vale la pena pedir ayuda a un pariente o amiga para quedarse con los niños, para que ustedes puedan aprovechar para pasear a solas. Si hay la posibilidad, pasar la noche en el motel es un consejo caliente y tiene el poder de reavivar mucho de la pasión.

¿Por qué la vida sexual se enfría después de la llegada de los hijos?

Cuando el momento es el de la llegada de un bebé la situación tiende a ser más complicada y, muchas veces, es de ella que se originan diversos problemas que pueden perdurar a lo largo de la vida a dos. Según el experto en relaciones, Silvana Rangel, el nacimiento de un hijo dispersa la atención de los padres y naturalmente altera la vida sexual de la pareja:

"Las cuestiones hormonales, físicas, emocionales e incluso de prioridades, colaboran para que muchas madres se sienten exhaustos y pierden la disposición tanto para el sexo y para el romanticismo. Durante los primeros meses del bebé, la ausencia de sexo es incluso considerada normal, pero ambos deben esforzarse para no dejar este momento, que es transitorio, afectar la intimidad, el romanticismo y el diálogo entre la pareja. Es importante que ambos se esfuercen por comprender que los cambios iniciales no significan el final de la relación o falta de amor, sino un período de adaptación que puede ser superado. A pocos, los momentos difíciles van quedando atrás y la pareja logra superar las dificultades iniciadas con la llegada del bebé ", señala Silvana.