El tiempo pasa a todo el mundo, por desgracia eso es un hecho. Y la piel (igualcito los demás órganos del cuerpo), sufre alteraciones y envejece. La pérdida de elasticidad y del brillo natural, algunas arrugas y flacidez son los signos más característicos. Pero no es sólo el tiempo que hace que estos cambios ocurran.

Pasar por mucho estrés, tener hábitos malos como el cigarrillo y el exceso de bebidas y, principalmente, abusar del sol influencian y aceleran el envejecimiento de la piel, haciendo que el aspecto de ella sea alterado más temprano, con el surgimiento de manchas , casquillas, tacto de aspereza y más arrugas de lo normal.

A pesar de que no podemos hacer el tiempo aparcar, algunos cuidados dejan la piel más joven . Entienda más y sepa qué hacer para posponer este problema.¿Qué pasa con la piel? La piel tiene tres capas: la

epidermis

(más externa), la derme (que sostiene la epidermis y está compuesta de colágeno, queratina y otras fibras) y la hipoderme (que es un tejido adiposo y funciona como depósito de energía, ayuda a fijar los demás órganos y también es un aislante térmico). En la epidermis , con el paso del tiempo, las células empiezan a descamar y, como las hormonas pierden la fuerza y ​​van dejando de ser fabricadas, la piel empieza a mostrarse mucho más resecada. La

derme pasa a presentar una disminución de la cantidad y de la calidad del gel coloidal, es decir, no consigue más agua y produce fibras de colágeno y elastina, que sostienen y dan el aire joven a la piel.La hipoderm tiende a disminuir, haciéndose más fina y vulnerable. Con ello, el mantenimiento de la firmeza y de la elasticidad de la piel queda fragilizada. Los vasos sanguíneos van perdiendo la capacidad de eliminar las toxinas del organismo y también de nutrir y oxigenar las células de la epidermis. Moral de la historia: la renovación celular, que es tan simple en los jóvenes, queda seriamente perjudicada. De década en la década

Cuando se es adolescente, uno de los primeros signos de envejecimiento de la piel es el surgimiento del acné. Después de los 20 años, aparecen marcas de expresión bien finas, principalmente alrededor de los ojos y de la boca.

Al alcanzar los 30, usted comienza a tener las primeras arrugas, ya que las fibras de elastina sufren cambios y, con ello, ocurre la disminución de la densidad cutánea, con la pérdida de firmeza y elasticidad, afectando todo el contorno de la cara. La renovación celular y la hidratación natural de la piel comienzan a disminuir también, pero de forma lenta.

Entre los 40 y 50 años, las fibras de colágeno y elastina no se producen como antes y las fibras se desorganizan, dejando la renovación celular irregular y haciendo que la piel pierda cada vez más la hidratación. La caída natural en la producción de hormonas trae aún más daño, como la pérdida de densidad, firmeza y elasticidad. Después de los 60 años, las arrugas ya aparecen claramente, la pérdida de la elasticidad y la firmeza se nota de forma obvia y se vuelve mucho más fina y deshidratada. La continua disminución de las tasas hormonales imposibilita la recuperación natural de la piel. En ese período, más que nunca, es necesario tratar con los productos apropiados para que no descanse y no quede tan seca. El peligro que viene del sol

El

envejecimiento de la piel

causado por la exposición incorrecta a la luz del sol se llama

fotoenvejecimiento

. A partir de los 30 años, las células que colorean la superficie de la piel (melanocitos) disminuyen un poco más cada año. Con eso, esas células se vuelven más cortadas (formando aquellas pintas oscuras). Los rayos solares nocivos aumentan el número de esas células de manera equivocada, causando las manchas senales, otra señal del envejecimiento cutáneo. La piel que sufre mucha exposición inadecuada al sol va a presentar, con el tiempo, pérdida de la elasticidad, arrugas, manchas oscuras o claras y alteraciones de la superficie, pudiendo tornarse ásperas, además de descamar con más frecuencia. La piel envejecida en consecuencia sólo del tiempo tiene una apariencia más fina y con poca elasticidad, pero sin tantas manchas. Para reducir el efecto del tiempo Algunos factores son enemigos número uno de la piel, como el humo y el exceso de bebidas alcohólicas. Los fumadores tienen arrugas profundas alrededor de los ojos, la boca y las mejillas. En la piel del fumador, la fase de las arrugas casi nunca existe. Las primeras señales ya son pliegues gruesos. El exceso de alcohol hace que el organismo libere más radicales libres, que son oxidantes y aceleran el envejecimiento.Además, tomar el sol en horario inadecuado (de 10 a 16 horas) sin protector solar también causa daños. El sol tiene efecto acumulativo, es decir, en la hora en que abusa, la consecuencia es un enrojecimiento seguido de descamación, pero después de los 30 años, como usted ha visto, las arrugas y las manchas aumentan. No fumar, usar protector solar desde temprano y adecuado a su piel son hábitos que sólo dejan su

piel más joven

.

La alimentación también es un punto fuerte. Es necesario tener a la mesa muchas ensaladas, frutas y alimentos ricos en fibra, además de beber bastante agua y comer alimentos antioxidantes (zanahoria, té verde, frutas cítricas, linaza, jugo de uva integral son algunos ejemplos), que combaten los llamados radicales libres , que son producidos naturalmente por la respiración y afectan negativamente al organismo, llevando al envejecimiento precoz.

Además, después de los 20 y 25 años, vale la pena pedir a su dermatólogo que le indique una crema o gel antirrugas. Para tratar el efecto del tiempoPeelings y otros tratamientos a base de ácidos suelen ser los más indicados, pero la medicina evoluciona sin parar: muchos principios activos vienen siendo empleados para disminuir los efectos del tiempo en la piel. Las vitaminas antioxidantes, como la vitamina C y la vitamina E, son beneficiosas tanto por vía sistémica como tópica y, además del efecto antioxidante, presentan acción fotoprotectora discreta, que, sumada a los beneficios de los filtros solares, mejora también la formación de colágenos.

Por eso, converse con su dermatólogo. Él le indicará el mejor tratamiento para que usted no pase huyendo del espejo, combinado?