Después de todo, todos sabemos la importancia del reciclaje y no queremos contribuir a que los océanos tengan más plástico que los peces en algunas décadas.

Pero, ¿es ésta una actitud segura? Es claro que la preservación del medio ambiente y la reducción de la basura son temas esenciales para la perpetuación de la vida humana en la Tierra, pero eso no puede darse a costa de nuestra salud.

En medio del mar de informaciones desencontradas que existen en Internet, a veces no sabemos en quién podemos confiar cuando se trata del cuidado de nuestra salud. Por eso, resolvemos aclarar las dudas en torno a la reutilización de las botellas plásticas de una vez por todas.

Bisfenol A: existe y es cancerígeno, pero no es motivo de pánico

Tal vez usted ha visto un mensaje alertando sobre los peligros del bisfenol A, una sustancia que se encuentra en contenedores hechos de plástico duro a base de policarbonato.

El bisfenol A, o simplemente BPA, realmente existe y puede causar alteraciones en los sistemas endocrino y reproductivo, pudiendo incluso causar algunos tipos de cáncer, motivando el compartir las alertas sobre esa sustancia.

El BPA está presente en envases de alimentos y bebidas, extractos bancarios, recibos y en varios otros productos. En ese momento, usted puede preguntarse: si el BPA es tan peligroso, ¿por qué todavía se puede utilizar? La respuesta está en la cantidad de la sustancia que se libera. Incluso en las botellas, la cantidad de BPA es tan pequeña que no ofrece riesgos para la salud humana.

De cualquier forma, por precaución, desde 2012, Anvisa prohíbe la fabricación y la importación de biberones que contengan esa sustancia, pues sería más peligrosa para los bebés que para los adultos.

Y un detalle importantísimo: las botellas plásticas flexibles, aquellas que conocemos como botellas PET, no tienen BPA en su composición. De esta forma, usted no necesita temer la contaminación por BPA al usar o reutilizar una botella de estas.

¿Y las bacterias? ¿Realmente toman las botellas?

Diferente del BPA, las bacterias son un peligro real cuando hablamos de la reutilización de las botellas de agua - y ese sí es un motivo para pensar dos veces antes de reaprovechar una botella.

El problema comienza con la baja durabilidad de estos envases. Por más que el recipiente parezca estar intacto, la repetición del uso puede hacer que surjan grietas minúsculas en las paredes de la botella, que son ambientes ideales para la proliferación de bacterias.

Para agravar la situación, si la botella no está muy bien lavada, va a acumular bacterias provenientes de nuestra boca, de las manos, del escritorio, de la mesa de la plaza de alimentación, etc.

De esta forma, para hacer una reutilización segura de las botellas de agua, es necesario observar su integridad y lavarlas muy bien (con detergente, no sólo pasando una aguinha!) Entre cada uso.

Otra manera de colaborar con el medio ambiente y su salud es invertir en una botella reutilizable hecha de vidrio o de acero inoxidable, que son más resistentes, no liberan BPA y no generan tanto basura.