Esto no es diferente con la harina de arroz: ella hasta ofrece algunas ventajas en relación a la harina de trigo cuando se prepara a partir del arroz blanco, pero es en la harina de arroz integral que realmente encontramos una diferencia significativa para nuestro organismo. En la mayoría de los casos, la mayoría de las personas que sufren de enfermedad celíaca (intolerancia grave al gluten) y aquellas que quieren evitar esta proteína presente en cerales como trigo, centeno y cebada tienen en la harina de arroz una buena alternativa a las versiones tradicionales, incluso cuando se hace a partir del arroz blanco.

Por ser libre de gluten, la harina de arroz no irrita la mucosa intestinal y permite la preparación de platos más ligeros, ya que ofrece más fibras y no origina la red formada por la proteína del trigo.

2. No altera el sabor y el olor de los alimentos

Por no tener un gusto ni un olor pronunciado, la harina de arroz es un ingrediente bastante neutro y que puede ser utilizado en la preparación de recetas dulces y saladas, incluyendo postres, tortas, tortas y pastas.

3. Da menos hambre que la harina de trigo

La harina de trigo aumenta las tasas de azúcar en la sangre de forma muy rápida, por lo que la harina de arroz lleva ventaja en comparación con ella, principalmente en la versión integral, que contiene más fibras .

Aunque su índice glucémico no es tan bajo, la harina de arroz tarda más en convertirse en glucosa, lo que significa que la liberación de insulina también es más lenta.

En consecuencia, la sensación de saciedad permanece por más tiempo y hay una tendencia menor de que el organismo depositar grasa en la región abdominal, ya que un aumento rápido de la insulina da hambre y estimula esa acumulación de tejido adiposo.

Además, la harina de arroz integral es una fuente de proteínas, que también llevan más tiempo para ser digeridas que los carbohidratos, lo que hace que el hambre demore más tiempo para dar las caras nuevamente.

4. Contribuye a la salud de los huesos

La harina de arroz integral contiene una buena cantidad de magnesio, un mineral esencial para la salud ósea. Como él participa en la fijación del calcio, su falta puede dejar los huesos más frágiles o llevar a la osteoporosis.

Para aprovechar ese beneficio, es necesario consumir la harina hecha a partir de los granos que no pasaron por el refinamiento (es decir, integrales), pues el magnesio se pierde en ese proceso.

5. Ayuda a regular los niveles de colesterol

El arroz integral contiene algunos aceites que contribuyen al aumento del HDL, el llamado "colesterol bueno", que protege nuestro organismo de enfermedades cardiovasculares, y ese beneficio se extiende a la harina hecha a la harina desde ese cereal. En el caso de la harina de arroz integral, la cantidad más elevada de fibras aún disminuye la absorción intestinal del LDL, el "colesterol malo", que tiende a acumularse en las arterias en forma de placas.

Como hacer harina de arroz en casa

No siempre encontramos la harina de arroz en el supermercado, aún más la integral. La buena noticia es que es muy simple hacerla en casa, además de salir más en cuenta que comprar la harina lista.

Para prepararla, usted necesitará arroz crudo blanco o integral, una licuadora lo suficientemente potente para moler granos y un tamiz fino. Vea el paso a paso:

Coloque una taza de harina a la vez en la licuadora y bata hasta triturar los granos;

Pase la harina obtenida por un tamiz y vuelva los granos que queden retenidos a la licuadora para golpear nuevamente, hasta que todos tengan el mismo tamaño;

Repita el proceso con el resto del arroz hasta que todo se haya transformado en harina;

Guarde la harina preparada en un recipiente herméticamente cerrado para no tomar humedad.

Cuando esté bien almacenada, la harina de arroz blanco tiene una validez indeterminada. La harina de arroz integral, que contiene más aceites, suele durar hasta cinco meses.

Consejos para usar la harina de arroz en sus recetas

La harina de arroz puede ser utilizada para engrosar preparaciones como caldos, sopas y salsas y también como sustitución a la harina de rosca a la hora de empañar otros alimentos, siendo una opción más nutritiva que los ingredientes utilizados tradicionalmente.

  1. Esta harina también puede ser utilizada en la preparación de masas, pero, por no tener como formar la red de gluten (ya que está exenta de esa proteína), los recetas hechas se vuelven menos consistentes que las preparadas con la harina convencional. Para driblar este problema, el consejo es añadir almidón y aumentar la cantidad de huevos utilizados en pasteles, pasteles, panes, panqueques y otros platos similares.
  2. Otra diferencia es que la harina de arroz absorbe más agua que la de trigo. De esta forma, dependiendo de la receta, puede ser necesario aumentar la cantidad de líquidos (sea agua, leche, etc.) para obtener el punto deseado.
  3. Vale recordar que la sustitución de las harinas por sí sola no va a provocar un adelgazamiento significativo, pero el aumento de la ingestión de fibras, vitaminas y minerales asociado a la práctica de ejercicios físicos sí.
  4. Si usted tiene enfermedad celíaca o sufre algún tipo de sensibilidad al gluten, el consumo de la harina de arroz debe ser acompañado de la orientación de una nutricionista o nutrólogo, para adoptar una dieta adecuada a sus necesidades.