El cigarrillo es una droga y, al igual que todas las demás, perjudica la salud del fumador, pudiendo causar diferentes tipos de cáncer, enfermedades respiratorias, entre otras. Hoy, campañas contra el tabaquismo son ampliamente divulgadas y, en general, que consume la droga sabe cuáles son sus riesgos. Pero la situación puede ser aún más agravante para las mujeres embarazadas, que ponen en peligro la vida del bebé. Se estima que el 36% de las gestantes no consiguen soltar el humo.
Fumar durante el embarazo puede perjudicar el crecimiento del feto dentro del útero de la madre, además de desencadenar otros problemas de salud. "Los componentes químicos del cigarrillo pueden causar, principalmente, prematuridad, bajo peso y problemas respiratorios", explica el ginecólogo y obstetra del Hospital y Maternidad Brasil, Doctor Pedro Awada.
Cuando fuma, la madre inhala el humo del cigarrillo a través de los pulmones. El humo, a su vez, va al torrente sanguíneo de la mujer. Y como el bebé absorbe las sustancias presentes en la sangre de la madre, ingiere el monóxido de carbono presente en el humo del cigarrillo. Cuando la mujer fuma, el feto "fuma" también y por eso puede tener problemas respiratorios. Otro componente que provoca daños incalculables al niño es la nicotina. Ella impide que los nutrientes y el oxígeno lleguen al bebé porque estrecha los vasos sanguíneos. Así, se vuelve responsable de los problemas de desarrollo del feto.
Para la mamá, el mal hábito de fumar durante la gestación puede provocar aborto natural, sangrados y desprendimiento de placenta. En el período en que está esperando un bebé, la circulación sanguínea de la mujer se ve perjudicada. Y la nicotina hace la situación aún peor, ya que los vasos estarán más estrechos. La unión de estos factores puede causar trombosis cuando se forman coágulos dentro de las venas.
El obstetra añade a los peligros para las mujeres las enfermedades rutinarias del cigarrillo. "La madre también queda susceptible a los problemas generales de la nicotina como, por ejemplo, aumento de insuficiencia pulmonar", completa el obstetra.
El embarazo es un momento mágico y merece esa abdicación, que está a favor de la salud y del bienestar del niño. Y como ser madre implica siempre hacer lo mejor por los hijos, el intento de eliminar el cigarrillo de la rutina no debe restringirse sólo al período de gestación. "Sin duda la mujer debe evitar fumar durante la lactancia porque entra en contacto con el bebé. "No hay registros de que el hábito influya en la calidad en la leche, pero olor va a molestar al bebé con certeza", afirma el Dr. Awada.