La raza negra, así como los orientales japoneses, coreanos, chinos), tienen una nariz generalmente de piel gruesa, baja y ancha. Como la nariz estéticamente aceptada como bonita en los días actuales es alta, fina y con punta delicada, estas razas presentan un gran desafío al cirujano plástico.
El cirujano plástico, a pesar de tener en el arsenal innumerables técnicas y recursos, siempre queda preso al material que el paciente ofrece. No podemos cambiar el hueso, la piel y los cartílagos, por desgracia.
En estos casos, para conseguir levantar y afinar la nariz, es necesario agregar material para suspenderlo. Se colocan injertos de cartílagos en la punta y dorso de la nariz. Generalmente se utilizan cartílagos del propio paciente (del septo nasal, de las orejas y hasta de las costillas). Hasta hueso se puede utilizar.
El problema es que por ser la nariz baja, el septo (parte de cartílago que separa sus entradas de la nariz), es pequeño, y diponiza poco material, insuficiente para dar altura a la nariz. Los cartílagos de las orejas son curvas y no propician injertos de cartílago rectos, para colocar en el dorso de la nariz y ganar altura. Los cartílagos de las costillas dan volumen abundante, pero además de dejar una cicatriz en el tórax suelen distorsionar con el tiempo, pudiendo entortar la nariz con el paso de los años.
Entonces no hay solución? Por mucho tiempo ha quedado muy difícil conseguir buenos resultados. Hoy, afortunadamente, ha ganado terreno el uso del polietileno poroso (Porex). Es un material biocompativel, bien tolerado por el organismo y ya muy usado en prótesis de mentón, malar, mandíbula, etc. La pieza usada en la nariz es modelable, pudiendo ser ajustada a la forma de la nariz, auxilia en la proyección del dorso nasal, dando altura y afinando la nariz. La punta, sin embargo, debe ser modelada con injerto de cartílago aún, pues por ser un material rígido, el Porex no se adapta tan bien a las estructuras blandas como la punta de la nariz.
Con el uso del polietileno poroso, la rinoplastia en negros y asiáticos saltó de patrón. Aunque la piel se mantuvo espesa, se logró una mejor definición de la forma de la nariz y el mantenimiento del resultado, difícilmente obtenido sólo con material del propio paciente.