El trabajo, las obligaciones diarias, las exigencias, responsabilidades y la cantidad de quehacer, sea en la vida personal, en la vida profesional o en ambas, acaban ocupando gran parte del tiempo y demandando mucha energía. Y todo esto puede acabar rompiendo el equilibrio interno y desencadenando el estrés, que puede surgir en diferentes niveles.
Cuando en pequeñas cantidades, ese estrés puede ser hasta benéfico, pues estimula la liberación de adrenalina por el organismo. Pero, cuando es algo mayor, puede representar un peligro, ya que se convierte en una puerta para enfermedades psicológicas e incluso físicas, como hipertensión, gastritis, además de ansiedad, rabia, indiferencia, depresión y desánimo. En casos más serios y avanzados, puede llevar a brotes psicóticos o crisis neuróticas.
Además del estrés, existen otros problemas que pueden surgir como consecuencia de ese ritmo intenso de trabajo y acumulación de tareas en el día a día. Uno de los más hablados actualmente es el Síndrome de Burnout. Aunque se ha estudiado en los Estados Unidos desde los años 70, es mucho más evidente en los días de hoy. El síndrome de Burnout surge principalmente en el ambiente de trabajo y se define como un desgaste emocional extremo que va más allá del estrés debido al exceso de preocupaciones, frustraciones, atribuciones y presiones profesionales. Y se equivoca quien piensa que ese síndrome alcanza a los menos motivados con el trabajo. ¡Por lo contrario! A menudo afecta a los más involucrados y que más invierten en la profesión, como los que trabajan mucho o que interactúan constantemente y de forma activa con otras personas, como médicos, enfermeros, agentes penitenciarios, policías y profesores, entre otros. Las mujeres con doble jornada y cuidadores, remunerados o no, también tienen alto riesgo para desarrollar el síndrome.
Causas del Síndrome de Burnout
La psiquiatra Lícia Oliveira, profesora de Medcel Cursos preparatorios para residencia médica, explica que la tensión emocional es una de las características de ese síndrome, principalmente cuando esa tensión es provocada por el trabajo o relacionada a la vida profesional, generando estrés y estrés que conduce a un desgaste físico, emocional y psicológico. "La enfermedad ocurre en un conjunto de personalidad (genética) y condiciones ambientales (factores externos). Obviamente una persona con personalidad más rígida, que no tolera frustraciones, es más propensa a desarrollarla", alerta.
En cuanto a las características externas , se destaca la poca autonomía en el desempeño profesional, problemas de relación con las jefaturas, problemas de relación con colegas o clientes, conflicto entre trabajo y familia, sentimiento de descalificación y falta de cooperación del equipo.
Principales síntomas físicos y emocionales
A que se ha convertido en una de las principales causas de muerte en los últimos años, y que se ha convertido en una de las principales causas de muerte, la ansiedad, lapsos de memoria, entre otros problemas. Hay, además, signos de depresión con baja autoestima, aislamiento y pesimismo.
Ella dice que también pueden aparecer algunos síntomas físicos. Los más comunes son los dolores de cabeza y el cansancio constante. Y también dolores musculares, dificultad para dormir, sudor excesivo, palpitaciones y problemas gastrointestinales.
¿Cómo tratar el problema? La psiquiatra Lícia explica que el tratamiento del Síndrome de Burnout es realizado con psicoterapia, antidepresivos y cambios en el estilo de vida, incluyendo práctica de actividad física, meditación, entre otras.
La forma en que cada uno de estos tratamientos será conducido dependerá de cada caso, por lo que es necesario que haya una evaluación individual, así como un seguimiento de cada paciente.
Una novedad que también puede ayudar en el tratamiento del Síndrome es la prueba farmacogenética. El psiquiatra Guido May, CEO del laboratorio GnTech, explica que este examen trae datos completos sobre cómo las medicaciones van a ser metabolizadas por esa persona, aumentando las posibilidades de éxito en la prescripción de los medicamentos y, consecuentemente, reducción de los efectos colaterales, además de la mejora de los efectos colaterales, síntomas.
Lo más importante es no tardar en buscar el tratamiento. "Si observa algún síntoma del síndrome, sea físico o emocional, es necesario buscar inmediatamente a un psicólogo o psiquiatra para realizar el diagnóstico y conducir el tratamiento", explica.
5 actitudes que pueden ayudar en la prevención del Síndrome de Burnout
El cambio en el estilo de vida es una parte importante para que el tratamiento funcione. De acuerdo con la psiquiatra Lícia, algunas pequeñas actitudes pueden marcar la diferencia. Son ellas:
Practicar ejercicios físicos;
Tener una alimentación adecuada y equilibrada;
Incluir en la rutina momentos de ocio y relajación;
Implementar maneras para que el trabajo no interfiera en la calidad de vida;
- No se cobra tanto.
- A pesar de ser simple, hay que reconocer la dificultad de mantener todas estas cosas al día. Pero con paciencia y dedicación, es posible!
- Diferencia entre estrés, depresión y Síndrome de Burnout
- La profesional aclara que, a pesar de las posibles semejanzas entre estrés, Burnout y depresión, es necesario saber diferenciar cada caso.
- El estrés puede ser considerado la suma de respuestas físicas y mentales causadas por estímulos externos y que permiten al individuo superar determinadas exigencias del ambiente, aunque generando desgastes. En el Síndrome de Burnout la aparición de los síntomas ocurre en respuesta al estrés ocupacional crónico, siempre teniendo relación con el trabajo. Y en la depresión, los síntomas como letargo, sentimientos de culpa, falta de placer y voluntad de hacer actividades se dirigen al contexto general de su vida, no sólo al trabajo.
Ahora que usted sabe más sobre el Síndrome de Burnout, esté atenta a los síntomas y cuida de su rutina en el trabajo!