Otro día, camino del consultorio, hice una pausa para comprar un agua y me encontré con una situación muy interesante: dos mujeres discutiendo la noticia de un periódico, donde decía que el marido mató a su esposa por celos. La más joven, aparentando unos 20 años, estaba a favor del "amor que mata", pues segunda, no hay nada más fuerte y hermoso que ese tipo de amor. Entonces, podemos iniciar ese texto con una reflexión: ¿es que eso es amor? Ejemplos no faltan, es sólo mirar a nuestro alrededor o para nuestras propias vidas: celos, dependencia emocional o financiera, baja autoestima, peleas constantes y etc. Si buscamos el significado de la palabra amor en el diccionario podemos encontrar diversas definiciones, yo escogí esa: "Gran afecto de una a otra persona". Entonces, podemos decir que el amor es "querer bien a otra persona", por lo tanto, actos de violencia o ejemplos citados arriba (celos, dependencia, etc.) pueden demostrar cualquier cosa menos amor.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la violencia doméstica como un problema de salud pública, ya que afecta la integridad física y la salud mental. Los efectos de la violencia doméstica
, sexual y racial contra la mujer sobre la salud física y mental son evidentes para quienes trabajan en el área. Mujeres en situación de violencia frecuentan con asiduidad los servicios de salud y en general con "quejas vagas", en una secuencia creciente de episodios, del cual el homicidio es la manifestación más extrema. En Brasil, cada quince (15) segundos una mujer es víctima de violencia. Las estadísticas disponibles y los registros en las Comisarías Especializadas de Crímenes contra la Mujer demuestran que el 70% de los incidentes ocurren dentro de casa y que el agresor es el propio marido o compañero y más del 40% de las violencias resultan en lesiones corporales graves derivadas de golpes, tapas, patadas, amarres, quemaduras, golpes y estrangulamientos.El tema es serio y merece atención, tanto que para cuidar de este problema se crearon comisarías especializadas en la atención a la mujer, abrigos, programas sociales y más recientemente la
Lei Maria da Penha . Además de ser tema de películas y novelas.
Es claro que mucho debe ser hecho, principalmente en relación a políticas públicas de prevención y orientación, de la misma forma, tenemos que dar nuestra contribución no aceptando ningún tipo de violencia sea física o mental. Es necesario que quede claro que una persona no se vuelve agresiva de un día para el otro, por lo que una tapa, una voz más alta puede ser signos de agresividad y que en el día a día no prestamos atención. De la misma forma que no existe justificación para la violencia (Ex: "él está nervioso con el trabajo", "es la bebida que lo hace con él", "yo mereció pues no hice lo que él pidió", etc.).
Otra cuestión importante es el hecho de que las mujeres no denuncian o retiran la queja después de que la pareja haga las "paces". En mi experiencia, la violencia es sólo la "cereza de la torta", finalizando una historia mucho más larga, de dependencia emocional y financiera. No es raro encontrar a mujeres que prefieren la agresión a la soledad . Por lo tanto, de nada adelanta leyes de protección si ella misma no consigue defenderse de su peor enemigo: ella misma. Por eso, el acompañamiento psicológico, grupos y apoyo familiar son de extrema importancia para que la mujer no se siente sola y para que ella tenga fuerzas de salir de una relación enferma.Recuerde: sólo existe un agresor si hay un agredido.