Después de una mañana de mucho trabajo o de estudios, finalmente llega la hora del almuerzo. El problema es que después de la comida, golpea aquella suavidad y una voluntad incontrolable de soltar todo sólo para sacar un siesta por la tarde. Tanta indisposición puede perjudicar el resto de las actividades y disminuir el rendimiento en el trabajo.
Según los expertos, sentir el sueño después del almuerzo es normal por consecuencia de la digestión. Cuanto más pesada y calórica sea la comida, mayor será el tiempo de digestión y como consecuencia, mayor será la sensación de sueño.
Para evitar la indisposición y la somnolencia es muy simple: basta con un menú más equilibrado y colorido rico en granos, verduras, legumbres y carnes magras. Son alimentos sanos, leves y no pesan tanto a la hora de la digestión.
Los demás alimentos deben ser consumidos de forma moderada. La estrategia de comer menos y mejor compensa más que recurrir al cafecito para intentar driblar el sueño.
Además de un menú inadecuado, el sueño de la tarde puede surgir como resultado de noches mal dormidas o pocas horas de sueño. Para despertar descansada y bien dispuesta para encarar bien las actividades del día sin quedar bostezando todo el tiempo, lo ideal es dormir hasta ocho horas por noche.
Si tiene un tiempo para tomar una siesta después del almuerzo, aproveche. Dormir 15 minutos parece poco, pero es suficiente tiempo para relajar la mente y aliviar un poco el cansancio. Tomar una siesta también hace bien para la memoria, da más disposición y energía.