Es común encontrar personas preocupadas por la calidad de su alimentación, qué tipo de alimentos están ingeriendo, en comer poca grasa, privilegiar los vegetales y otros cuidados. Pero pocas son las personas que dan la debida atención a la importancia de la masticación, que es el primer paso para una buena digestión.

Buena parte de los problemas digestivos, como el ardor de estómago, la mala digestión, la somnolencia después de la comida, pueden originarse en una masticación insuficiente. Tragar alimentos en pedazos grandes hace que el estómago necesite mayor esfuerzo para triturarlos, y eso puede causar estos trastornos digestivos tan comunes. Por eso, cualquiera que sea el alimento, la masticación es una gran aliada en el proceso digestivo. La trituración de los dientes reduce los alimentos en pedazos más pequeños, lo que transforma la digestión en un proceso más rápido y sano.

Pero no es sólo en el proceso digestivo que la masticación auxilia. Cuando se mastica bien los alimentos, la sensación de saciedad es más grande y más rápida.

Es decir, la persona se siente saciada con una menor cantidad de alimentos y eso ayuda en el control de la cantidad de comida ingerida. Y además de todos los beneficios para la salud, con una masticación más compasiva los sabores de los alimentos también se vuelven más intensos y usted aprecia mejor las comidas.

Consejos para una buena masticación

Para tener una masticación más lenta y una digestión más sana, ahí van algunos consejos. Descanse los cubiertos mientras mastique, así usted evita colocar más alimento mientras que está con la boca todavía llena.

Aprecie el sabor de la comida, sienta el gusto y la textura de los alimentos. Separe el tiempo para comer y no coma frente a la TV. Para masticar bien y lentamente hay que concentrarse en la comida.