El problema es muy común, pues la piel es muy sensible y cuando se pone en contacto directo con algunas sustancias de los productos, reacciona de esa forma. Los síntomas de la alergia a los productos de limpieza pueden aparecer en la región de los brazos, manos e incluso en las uñas.
Las principales señales son picazón, lesiones secas, enrojecimiento, descamaciones en la piel, hinchazón y dificultad para respirar. En casos más críticos, puede provocar visión borrosa y presión alta.
Si observa alguna irritación en la piel o incomodidad al utilizar productos de limpieza, es necesario buscar inmediatamente a un médico especialista en el tema para identificar al agente que está provocando la irritación en la piel y diagnosticar los medicamentos ideales para aliviar los síntomas evitando que reaparezca.
Permanezca tranquila, no hay que desesperarse pensando que nunca más podrá hacer una limpieza en casa. Generalmente, el tratamiento de la alergia a los productos de limpieza se puede hacer sólo con la aplicación de una crema con corticoides.
Cómo prevenir la alergia a los productos de limpieza
Lo mejor es evitar el contacto directo con cualquier tipo de producto químico, pero siempre que tenga que utilizarlos, proteja las manos con guantes de vinilo. Sin embargo, lave bien las manos usando un jabón neutro tan pronto como termine la limpieza. No olvide lavar el antebrazo para evitar la irritación si ha escurrido el producto por dentro de los guantes. A continuación, aplique una crema sin perfume para mantener la piel suave.
Otra forma de evitar la dermatitis de contacto o las crisis alérgicas, es utilizar alternativas para dejar la casa siempre limpia y lejos de los gérmenes y bacterias.
El bicarbonato de sodio es excelente para limpiar la casa. Incluso sin acción desinfectante, esta sustancia tiene el poder de desengrasar cocinas, fregaderos, paredes y retirar el olor de dentro de la nevera. Otra sugerencia es utilizar el vinagre blanco para limpiar la casa, ya que no tiene olor y es óptimo para eliminar las bacterias, principalmente del baño.
El paño humedecido con jabón de coco se puede pasar en el suelo para evitar que el polvo se extienda por el aire. El limón, es eficaz para retirar suciedad difícil y la glicerina es una gran aliada en el combate al moho.
Los productos de limpieza caseros, además de económicos, son tan eficaces como los demás y garantizan la limpieza de los ambientes con la ventaja de que poseen sustancias más suaves que los industrializados. Es decir, el riesgo de provocar alergia es menor.