Vivimos en un país donde hay mujeres bellísimas, pero con cuerpos diferentes. Estamos hablando de portes físicos de los más variados: mujeres altas y delgadas, altas y gordas, magras y bajas, cuerpo manzana o pera.

Incluso con la gran diversidad de cuerpos femeninos, las fábricas crean ropa genérica. Hay tantas variaciones de altura, peso, que es imposible sentirse cómodo dentro de un tamaño único, o incluso en tamaños cada vez más reducidos.

Asistimos desfiles de moda, vemos en las vitrinas ropas maravillosas que sólo tendrán buen caimiento en cuerpos magérrimos. Esto frustra, irrita, causa depresión en muchas mujeres, pues se sienten diferentes, inadecuadas, gordas, cuando en realidad son bellas, con formas y curvas femeninas.

Estamos expuestos y vulnerables a la cultura del cuerpo hermoso, delgado, que viene representada por nuestra interacción con el ambiente, forzando una evaluación constante de cómo estamos, de nuestras formas. La demanda social, nos presiona a ir en busca de este cuerpo dicho perfecto, creando un deseo, una búsqueda desenfrenada e irreal del cuerpo ideal.

En general, la baja autoestima puede acarrear una serie de dificultades emocionales, pues cada persona tiene una evaluación subjetiva que hace de sí mismo, que puede ser positiva o negativa. Una relación de intimidad, de poder creer en su potencialidad, su valor personal, creer y confiar en sí misma. Pero, en la gran mayoría de las veces, acabamos por desarrollar una baja estima, lo que nos hace inseguros, con sentimientos de incapacidad, de menos. Todo lo que hacemos es resultado de lo que creemos ser, por eso el autoconocimiento es de fundamental importancia para aumentar la autoestima

. Siendo así, confiar en sí mismo, oír su intuición, creer en su voz interior, respetar sus límites, reconocer sus valores, expresar sus sentimientos sin miedo, sentirse competente, capaz y hacerse independiente de la aprobación de los demás, hace con que nuestra autoestima se eleve. Sin embargo, este es un proceso gradual que exige trabajo y concientización. La Psicoterapiaes un proceso fundamental en este contexto, siendo conducido por un psicólogo que desarrollará un trabajo que busca ampliar la conciencia que la persona tiene de sí misma, aprendiendo con sus síntomas y desarrollándose como persona. Es una herramienta eficaz para trabajar patrones de comportamiento, aspectos de personalidad y funcionamientos que no le traen beneficios en su vida sean personal o profesional.