Los padres y las madres saben cuán difícil es lidiar con las rabietas de los hijos. Ceder a la presión? Volver atrás en lo que se dijo? ¿Prometer algo a cambio si paren? ¿Dar o no dar atención? Son muchas las dudas que surgen en esos momentos.

Las rabietas son comunes y forman parte del desarrollo de los niños, especialmente en la fase entre 2 y 4 años, ya sea porque oyeron un "no", por frustración, hambre o varios otros motivos. La reacción es gritar, llorar, esperar, independientemente de si están o no en lugares públicos.

El comportamiento suele sacar a los adultos de serio, causando una mezcla de vergüenza, rabia, pena y desesperación. La única solución es aprender a manejar esto de la mejor manera. Ver algunos consejos:

1. Pida a su hijo (a) poner su sentimiento en palabras

Cuando la sucesión suceda, es importante ayudar al niño a poner en palabras los sentimientos o las sensaciones que está teniendo en ese momento. Muchas veces el nerviosismo es porque está sintiendo algo y no puede expresar. Puede ser el hambre, por ejemplo. Entonces hable ojo en el ojo, pregunte si tiene hambre (u otra opción), así que va aprendiendo a hablar lo que quiere.

2. No abandone al niño

Dejar al niño llorando quieta o dar atención a la birra que ella hace? El ideal, según expertos, es quedarse al lado del hijo para que no se sienta abandonado, especialmente si es en un lugar público. Pero si es en casa, en un espacio seguro, puede tomar una distancia (como ir de la sala a la cocina) y mostrar que va a dejarla sola por un tiempo. 3. Confíe en su intuición para saber si debe o no abrazar al niño

Las opiniones son controvertidas. Hay expertos que dicen que es bueno y otros que dicen que no. Dar cariño en el momento de la birra puede ayudar a calmarse, pero, por otro lado, puede reforzar el comportamiento negativo. Es su corazón que va a decir. Si siente que necesita, abrace. Pero si no hay sentimiento de tristeza y es sólo una birra sin fundamento, no es necesario.

4. No haga lo que el niño está pidiendo

No importa cuánto tiempo dure la birra. Si el niño está haciendo o pidiendo algo inadecuado, no ceda. Esto será mal para usted y también para ella.

5. Evite la birra

Si usted ya sabe que su hijo suele hacer birra por un determinado motivo, procure eludirlo y no dejar que suceda. Si el motivo más común es el hambre, por ejemplo, dé una merienda antes de salir, lleve siempre algo que el niño pueda comer en una emergencia. Así se anticipa y consigue evitar algunas rabietas.

6. Cumple con lo que dijo para el niño

En lugares públicos puede ser necesario irse. En estos casos, diga al niño que si ella continúa haciendo, no van a continuar en aquel programa (un centro comercial, un parque, entre otros). Pero, se advirtió que se iba, vaya. Incluso si usted acaba de privarse de algo que quería hacer, es importante cumplir lo que se ha dicho, para que el niño entienda la relación de causa y consecuencia.

7. Identifique y trate de resolver el motivo de la birra

Si la intensidad y la frecuencia de las rabietas son muy grandes, vea si hay algún motivo. Puede ser alguna dificultad familiar, algún cambio en la rutina del niño, entre otros factores. Intenta identificar y resolver, eliminando así la causa de las rabietas.

8. Procure no perder la paciencia

No es fácil, pero cuando su hijo (a) esté exaltado, usted tiene que mantener la calma. Él no puede percibir que te sacó de serio, pues en el momento en que te salen de lo serio, pierdes el control de la situación. Tener paciencia es el primer paso para contener la burla de los pequeños.

Hablar con un pedagogo o psicólogo también puede ayudar. Lo más importante es saber cómo manejar estos momentos complicados y ayudar al niño a pasar por ellos sin traumas.