Para algunas mujeres, poder dirigir es sinónimo de independencia y practicidad. Para otras, encarar el tránsito puede ser una verdadera aventura, sobre todo en las grandes ciudades. Tienen que lidiar con los atascos, colas de autobuses, conductores y motociclistas que no respetan las leyes y hacen lo que bien entienden por las calles y avenidas son algunos de los motivos que hacen mucha gente desistir de guiar.

Hay quien nunca ha intentado conducir, pero mucha gente llegó a pasar por la autoescola y por la prueba de dirección con éxito. Sin embargo, guardó la habilitación en el cajón y nunca más sacó de allí. Los miedos más frecuentes son el de sacar el coche del garaje, aparcar, atropellar a alguien, golpear el coche, subir laderas, entre otros.

En la mayoría de los casos, esta mala sensación no pasa de ansiedad excesiva. En otros, el miedo de conducir es generado por el temor en recibir críticas, por algún trauma, accidente o simplemente un susto anterior.

Por tener un perfil más emocional, las mujeres son más vulnerables en este caso. La presión del tráfico es mucho mayor para ellas. No sólo por ser caótico y agresivo, sino porque muchos conductores todavía insisten en encontrar qué lugar de mujer está en el tanque, no en el volante. Y ellos hacen cuestión de recordarlo al percibir el primer error femenino en las calles.

¿Pero cómo superar el miedo de conducir?

La mejor manera de perder el miedo de conducir, es conduciendo. Luchar con el sentimiento y tratar de acostumbrarse a él son medidas esenciales para superarlo. Pero todo debe hacerse poco a poco. En primer lugar, es necesario buscar ayuda para corregir fallas técnicas en el aprendizaje de la dirección, esto da más seguridad. Después, es el momento de empezar a realizar pequeñas tareas hasta llegar a conquistar confianza al volante.

No se preocupe de ir despacio. Comience dando una vuelta en la cuadra y, cuando se siente preparada, arriesgue en pequeños trayectos, luego vaya aumentando las distancias.

Si incluso con la ayuda de algún amigo o pariente usted no consigue superar el miedo de dirigir, la solución puede ser buscar tratamiento. Pasar por sesiones de psicoterapia ayudará a comprender mejor los aspectos emocionales que conducen a la reacción de incomodidad a la hora de guiar un coche. El rescate de la autoestima y el control de la ansiedad también ayudan a superar esta fobia.

Más algunos consejos:

  • Comience dirigiendo en lugares con poco movimiento en coche y peatones;
  • Evite dirigir con alguien conversando a su lado o con música, su prioridad es concentrarse en el tránsito;
  • Aprender a escuchar los ruidos del coche es esencial. Recuerde las clases en la autoescola: el coche pide cambiar la marcha, por ejemplo;
  • Si el coche muere en un lugar bien movido y el conductor de atrás comienza a bocinar, nada de pánico. Mantener la calma es primordial. Dé la vuelta de nuevo, sin estresarse.