Cuando una cicatriz comienza a surgir, sepa que esta es una buena señal. Esto mismo: significa que el tejido que se ha dañado se está recuperando. Algunas cicatrices son imperceptibles (cuando la lesión es leve, por ejemplo, cortes y pequeños heridos), pero algunas quedan bien evidentes (después de cirugías, quemaduras y lesiones más graves), éstas son conocidas como hipertróficas, ya que la piel produce exceso de peso colágeno en la recuperación, generando un cierto relieve.
Hay también los queloides, que es una cicatriz que no puede parar de crecer ya veces se vuelve mayor hasta que la propia lesión que la originó. ¿El motivo? También por el exceso de colágeno producido, la diferencia es que el queloide está relacionado a factores raciales.
¿La cicatriz somete totalmente con los tratamientos?
A pesar de que una cicatriz no desparece por completo, la buena noticia es que usted puede suavizar su cicatriz en hasta 90%, dependiendo del caso y del tratamiento elegido por su dermatólogo.
Las opciones más poderosas contra las cicatrices
Lasers: el tipo fraccionado de CO2 y el láser de diodo fraccionado son óptimas opciones para ayudar a su cicatriz a casi desaparecer. La técnica consiste en una dermoabrasión de la piel, que funciona como si se queja el tejido lesionado, haciendo que se produzca una nivelación de la piel.
Radiofrecuencia: por no ser láser, puede ser aplicada en todos los tipos de piel, incluso la negra, y puede tratar también las estrías, que también son cicatrices. La técnica también se conoce como betaterapia.
Relleno: consiste en elevar la piel que está comprometida y presenta cierta depresión con la aplicación de rellenos, que pueden ser permanentes (metacrilato) o no (ácido hialurónico). Los no permanentes duran cerca de seis meses y hay que volver a aplicarlos.
Microinjertos: así como el relleno, la idea es nivelar la piel del paciente, pero en este caso los microenxertos se hacen con la propia piel del paciente (que puede ser retirada de detrás de la oreja) y son definitivos.
Cirugía: también es posible remover cicatrices con técnicas quirúrgicas, pero no para cualquier cicatriz: ella necesita ser más ancha, profunda e incluso más antigua. Normalmente se utiliza para casos más graves de quemaduras o accidentes.
¿Y en cuanto a los queloides?
Existen diversas opciones de tratamiento para el queloide, pero con éxito variable. La mayoría de los dermatólogos combinan tratamientos, que causan más efecto. Los principales son cintas adhesivas (que comprimen el queloide para reducir su volumen), infiltraciones de medicamentos con corticoide, además de retirarlo con cirugía plástica, seguida de radioterapia, para disminuir la posibilidad de volver a crecer.
Todo cuidado debe tomarse desde el principio
Una vez que la lesión aparece o se quitan los puntos de su herida, ya es necesario comenzar a cuidar la posible cicatriz. Lo básico es seguir los procedimientos que su dermatólogo le pase, pues sólo él conoce su piel y sabe cómo responder.
Normalmente, la indicación es que usted mantenga la piel siempre hidratada para aliviar el prurito (picazón) que la cicatrización causa, no ceder a la tentación de rascarse, pues puede agravar la cicatriz, además pueden ser recetados corticoides o antihistamínicos de por vía oral, cuando la picazón es intensa.
El hecho es que no vale descuidar ni usar productos que no sean prescritos por su médico, más adelante usted puede arrepentirse.