El Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinston, en Estados Unidos, publicó en el Journal of the Adacemy of Nutrition and Dietetics los resultados de una encuesta realizada con 123 mujeres entre 50 y 75 años, con obesidad o sobrepeso - y que mantenían un ritmo vida sedentaria.
Las voluntarias se dividieron en dos grupos. Uno de ellos seguiría una dieta de restricción calórica durante un año, mientras que el otro seguiría la dieta aliada a la práctica de ejercicios físicos. Ambos grupos fueron orientados a mantener un diario alimentario, anotando lo que habían ingerido, los horarios, las cantidades e incluso la manera en que tales alimentos habían sido preparados. Según la doctora Anne McTiernan, que dirigió los estudios, "esta es la primera vez que se mide el impacto de una serie de conductas de autocontrol en el peso corporal. En lo que se refiere a la pérdida de peso, los estudios clínicos controlados y aleatorios que que comparan las diferentes dietas descubiertas que restringir las calorías totales es más importante que la composición de la dieta, por lo que el objetivo específico de nuestra investigación era identificar conductas que colaborasen con el objetivo principal de restringir las calorías.
1 - Anote las calorías consumidas
Los resultados mostraron que la mayoría de las mujeres habían mantenido una dieta que contenía entre 1200 y 2000 calorías diarias. Sin embargo, las voluntarias que mantuvieron un registro honesto de lo que estaba siendo consumido perdieron, en promedio, 2,7 kg más que las que no anotaron su consumo. Los investigadores afirman que esto ocurrió porque, al transcribir lo que está siendo ingerido en un diario, la información se vuelve más "visible" para quien está tratando de perder peso. Esto hace que la persona pase a controlar mejor el número total de calorías al final de un día, esforzándose para que éstas no superen un límite predefinido.
2 - No "salte" comidas
La investigación mostró además que las mujeres que admitieron "saltar" comidas o alimentarse en horarios aleatorios acabaron perdiendo en promedio 3,6 kg menos que las demás.
Comer siempre en los mismos horarios, afirman los investigadores, condiciona al organismo a trabajar de acuerdo con estos horarios, lo que significa que no va a ahorrar calorías con el objetivo de preservar el buen desarrollo de sus funciones.
3 - Evite los restaurantes
Las voluntarias que comían en restaurantes al menos una vez por semana también perdieron menos peso. En promedio 2,2kg a menos que las que comían sólo en casa, principalmente en el horario de almuerzo.
La diferencia está relacionada al hecho de que, comiendo en casa, se tiene un mayor control de los alimentos ingeridos diariamente, lo que estimula una dieta más balanceada.
Los resultados, al cabo de doce meses, apuntan que las participantes perdieron en promedio el 11% del peso corporal que tenían al iniciar la dieta. La conclusión, según la doctora McTiernan, es que para quienes están tratando de perder peso el principal consejo, basados en este estudio, es que mantengan un diario alimentario para que consigan más fácilmente cumplir su objetivo diario de consumo ".