Hace algún tiempo, no era muy común notar la presencia de mujeres en las salas de musculación. Algunos conceptos equivocados, como el de que la musculación hace el cuerpo masculinizado, sin curvas y con músculos exageradamente grandes acababan alejando a las mujeres de los gimnasios.
Pero eso cambió. Cada vez más las mujeres se conciencian de que es posible practicar la musculación y conservar una silueta delicada y bien femenina. El secreto es no exagerar. Cuando se practica de forma correcta y con la orientación adecuada, la musculación femenina puede traer muchos beneficios.
La musculación femenina ayuda a adelgazar y quemar las grasas, en un entrenamiento leve de musculación es posible eliminar cerca de 300 calorías. La práctica de los ejercicios aún tonifica la musculatura, combate la flacidez, ayuda al cuerpo a ganar formas más definidas y mejora la postura.
Con la práctica de la musculación
ocurre el aumento de la masa magra y el aumento de la capacidad del cuerpo de quemar la grasa corporal. La musculación también ayuda a disminuir el colesterol ya mejorar el flujo sanguíneo y es una gran aliada en el combate a la osteoporosis. La práctica de los ejercicios hace que los huesos absorban mejor el calcio y se vuelven más resistentes. Acabe con las dudas sobre la musculación femenina
Uno de los recelos de las mujeres en adherirse a la musculación es acabar engordando. Músculo y grasa son diferentes tejidos. El músculo es más denso y firme, ya la grasa es un tejido blando y sin forma. Adquirir
músculos
deja las formas bien definidas y modifica el cuerpo, pero no significa ganar peso. Y no se desespere, la musculación para las mujeres no va a convertirla en una montaña de músculos. Las mujeres en general no producen una cantidad significativa de la hormona de testosterona, lo que impide el alto grado de desarrollo de los músculos. Las halterofilias no se quedan con el cuerpo extremadamente musculoso por casualidad, para llegar al mismo resultado es necesario una rutina de entrenamientos intensa.