La natación se destaca desde siempre como un deporte completo y accesible. Puede ser practicado por personas de cualquier edad, incluyendo bebés, embarazadas, ancianos y discapacitados. La actividad trabaja todos los grupos musculares, mejorando el acondicionamiento físico, proporcionando mayor flexibilidad de las articulaciones y resistencia física.

Pero los beneficios no paran ahí! "La natación, de forma general, mejora la condición circulatoria y cardiorrespiratoria, ayuda en la coordinación motora y en la flexibilidad, reduce el estrés, mejora el sueño, auxilia en la recuperación de movimientos y reduce obesidad, colesterol y niveles glucémicos", destaca Thiago Gara, pediatra del Hospital y Maternidad San Luiz Anália Franco. En el caso de que se trate de una persona que no sea de su familia o de una persona, (por ejemplo, cuadros de depresión y angustia), aumentando la concentración, relajando la mente y activando la memoria, mejorando la socialización (al ofrecer nuevo ambiente de amistad y relajación) etc. "Eso sin hablar que mejora la calidad de vida, ayudando a prevenir varias enfermedades", dice.

Y lo más interesante de todo es que la natación es una actividad superindicada para el bebé, pues proporciona que él se desarrolle en toda su plenitud. ¡Vale destacar que los niños, cuanto más jóvenes, menos miedo de agua poseen! Y así, la práctica, cuanto antes, respetando algunos cuidados esenciales, creará muchas ventajas a los pequeños, tanto físicos, como mentales.

Natación para bebés: 9 dudas contestadas

A pesar de ser un deporte superindicado para los pequeños, es común que los padres sienten cierto temor en colocar al bebé en la natación. A continuación, se dan las respuestas a las principales dudas en torno al asunto.

1. ¿Hay contraindicaciones de la natación para los bebés?

Thiago Gara destaca que no hay contraindicaciones, sólo cuidados con el tratamiento de la piscina (exceso de cloro, por ejemplo) o alergia.

2. ¿Qué cuidados deben tomarse a la hora de los padres para elegir la escuela de natación para el hijo?

"Se requiere atención a la forma de tratamiento del agua, con preferencia para el ozono o la sal, en caso de alergia. Otro punto importante es la temperatura del agua que, en el caso de los bebés, debe estar en torno a los 26 grados ", explica Gara. 3. ¿A partir de qué edad el bebé puede iniciarse en la natación?

La edad puede variar un poco de un gimnasio a otro. Pero, en general, a partir de los seis meses, según destaca el pediatra.

4. ¿La natación puede perjudicar el oído de los bebés?

En general, no. Los problemas de oído ocurren, en la mayoría de las veces, en función del mal tratamiento del agua. Por eso, Gara recuerda la importancia de atentar a los cuidados con la piscina del lugar donde el bebé tendrá clases.

Una actitud interesante también es enjugar bien el oído del niño después de la clase de natación, ya que la humedad favorece la proliferación de bacterias. Otra idea aún es colocar en el bebé un tampón moldeable (accesorio que evita la entrada de agua en el oído). 5. ¿El contacto precoz con el agua evitará que el niño desarrolle miedo de entrar en la piscina o en el mar? "Depende mucho de cómo los padres tratan el asunto, generalmente el miedo es pasado por ellos o después de algún trauma. "No habiendo falla en este sentido, no ocurrir dificultades o miedos", dice el pediatra.

Para Eduardo Furlan, educador físico y socio del Elemento Agua, la natación es importante incluso para proporcionar confianza y mostrar que nadar está al alcance de cualquier persona. De esta manera, los beneficios pueden iniciarse en la infancia y perdurar para toda la vida. "En general, nadar propicia la ampliación del potencial del organismo como un todo, elevación de la autoestima y mayor inserción social. Con el dominio de la técnica, es posible ampliar opciones de ocio, permitiendo aventurarse en cosas bacanas de ser hechas, como sumergirse para conocer las maravillas del fondo del mar, practicar deportes acuáticos o, incluso, sentirse a gusto para dar un simple salto en la piscina con la intención de refrescar el cuerpo y el alma ", comenta.

6. ¿Es verdad que en el agua la relación entre madre / padre e hijo se puede estrechar?

Sí, la relación afectiva y de confianza tiende a mejorar y mucho, de acuerdo con Gara. 7. ¿Los bebés con problemas respiratorios se benefician de las actividades dentro del agua?

Sí, de acuerdo con el pediatra. "Hay mejora del sistema cardiorrespiratorio, con ello, hay mejoría de la capacidad pulmonar en los intercambios gaseosos y mejor desempeño, lo que mejora bronquitis / Asma, por ejemplo", dice.

8. Piscinas tratadas con cloro pueden agredir la piel del niño?

"Pueden, si ocurre el exceso de cloro o error en el PH de la piscina", dice Gara. 9. ¿Hay que esperar al niño a completar un año para empezar?

No, en general, algunas escuelas de natación ya dan clases para bebés a partir de los seis meses. Ellos participan en las clases acompañados de un adulto responsable (padre o madre). En esa fase, el niño ya ha tomado parte de las principales vacunas.

Y, vale destacar: cuanto antes empieza, mayor será el repertorio motor y emocional del bebé, lo que ayudará a un crecimiento sano.

Pero es siempre importante conversar con el pediatra del niño antes de iniciarlo en el deporte.

9 ventajas de la natación para los bebés

Los beneficios específicos de la natación para los pequeños son:

Mejora de la coordinación motora;

Reducción de la incidencia de cuadros respiratorios;

Aumento del vínculo con los padres;

Mejora de la calidad del sueño;

Mejora del apetito;

Aumento de la resistencia muscular;

  1. Mejor noción de espacio y tiempo;
  2. Activación de la circulación sanguínea;
  3. Contacto más seguro del niño (y futuro adulto) con el agua.
  4. Detalles a los que usted debe mirarse
  5. ¿Decidió colocar al bebé en la natación? Genial! Pero es importante pensar en algunos puntos:
  6. El bebé necesita estar vacunado con las primeras vacunas obligatorias, por lo que es siempre importante conversar con el pediatra y informarse mejor.
  7. Thiago Gara recuerda que se necesita atención a la forma de tratamiento del agua de la piscina, con preferencia para el ozono o la sal en caso de alergia.
  8. Es necesario atentarse, según el pediatra, a la temperatura del agua que, en el caso de los bebés, debe estar en torno a 26 grados.
  9. El uso de protector de oído puede ser interesante para el bebé.

Después de la clase, que suele durar unos 30 minutos, el bebé debe tener una buena comida, pues los momentos dentro del agua necesitan mucha energía y, por eso, abren el apetito.

Después de la clase, dé un buen baño en el bebé en casa y, preferiblemente, hidrate su piel. Por último, es siempre interesante conversar con el pediatra sobre el interés en colocar el pequeño en la natación; ciertamente pasará todas las orientaciones específicas.

  • Divertida y estimulante, la natación es una gran actividad para los bebés! ¡Además de ser un momento de placer compartido entre padres e hijos!