Si usted y su esposo acostumbran discutir delante de los niños, empiecen a policiarse para evitar ese tipo de actitud. Los niños creados en ambientes donde hay muchas discusiones entre la pareja tienden a encarar las relaciones como fundamentalmente estresantes y tienen grandes posibilidades de enfrentar problemas en sus propias relaciones cuando son adultas.
De acuerdo con Lidia Weber, postdoctoral en desarrollo familiar y profesora de la UFPR, la relación de los padres tiene tanta influencia en el desarrollo de los niños que esa relación ha sido tema de innumerables investigaciones alrededor del mundo en los últimos años.
"Sabemos, con certeza, que no basta con tener buenas prácticas educativas. Los padres también deben tener una buena relación entre ellos. Un enfoque integrativo e interdisciplinario incluye tres relaciones de influencias mutuas en una familia: madre-hijos, padre-hijos y relación conyugal ", dice Lidia.
La opinión de la experta viene de la idea de que la mejor forma de transmitir un valor es a través del ejemplo -los niños están atentos, todo el tiempo, al tipo de comportamiento mantenido por los padres, principalmente, después, ellas toman para sí esos patrones conductuales y los adaptan a sus propias vidas. Dir una regla, por tanto, no es tan y en el sentido de que los padres se relacionan con sus propios hijos, mientras que las peleas conyugales tienen influencia no sólo en la asociación que el niño hace entre matrimonio y discusiones, sino también en la forma en que los padres se relacionan con sus propios hijos. y en el caso de los niños menores de edad, mejor será su relación con los niños.
Según la encuesta realizada por Lidia con cerca de 40 niños, cuanto más frecuentes las peleas con y, más frecuentes, los castigos físicos aplicados a los hijos. Además, los niños tienen más problemas en relacionarse socialmente y mayores dificultades en el sector de las amistades.
Es común, también, que el niño se sienta culpable por la relación conturbada entre los padres. Como ella no entiende la motivación de la pelea, puede venir a creer que esa motivación está relacionada a ella. Busque apartar esos pensamientos de la mente del niño, dejando siempre claro que ella no tiene culpa de nada y, principalmente, evitando involucrarla en la discusión. Pedir a los hijos que toman partido o den opinión colabora para que ellos se sientan culpables por la falla en el matrimonio de los padres.
¿Pero qué hacer cuando una discusión sale del control y los hijos están cerca? En general, después de pasar la pelea, lo correcto es sentarse con el niño y conversar sobre lo que sucedió, dejando claro que ella no tuvo nada que ver con lo ocurrido y pidiendo disculpas por su comportamiento durante la fricción. También es importante permitir que el niño acompañe la resolución del problema: eso va a enseñar a ella que discusiones son normales, pero hay que solucionarlas.
Hacer que su hijo entiende que es sano y natural discrepar algunas veces es fundamental para que él sepa solucionar situaciones de conflicto en sus relaciones interpersonal a lo largo de la vida. De la misma forma que el niño absorbe la influencia negativa de la relación de los padres, también puede absorber influencias positivas, corresponde a ustedes orientarla en ese sentido, mostrando lo mucho que se aman y los buenos aspectos de la vida a dos.