Fibrosis - palabra temida por quien hace cirugía plástica, principalmente lipoaspiración. ¿Recuerdas y asociadas a resultados insatisfactorios, complicaciones o secuelas, después de todo lo que viene a ser la indeseada fibrosis? En la cadena evolutiva, el ser humano perdió la capacidad de regenerar tejidos, pasando a cicatrizarlos. En el caso de un trauma o daño a cualquier tejido (piel, músculo, hueso, etc.), el organismo humano no regenera, es decir, no produce un tejido igual al que fue dañado. Él cicatriza - produce un tejido diferente al original para restaurar el daño sufrido. Es como si después de un agujero en la calle se colocara alquitrán y no asfalto, quedando una cicatriz en el lugar.
Siendo la cicatriz un tejido diferente del original, no tiene la misma elasticidad, suavidad y textura, comportándose diferentemente cuando es tratada, sometida a la tensión, etc. Por eso, las cicatrices pueden doler en cambios de tiempo o cuando se estiran, pues no se adaptan igualmente al tejido sano y tienen inervación y circulación también diferentes.
¿Y qué relación tiene la fibrosis con todo eso?
La fibrosis no es más que la cicatriz interna. Es un tejido predominantemente hecho de colágeno, usado por el organismo para cicatrizar lesiones. Está presente en todos los pequeños agujeros que la liposucción hace en la grasa, entre la piel suelta y el músculo de cualquier cirugía, etc. Si en pequeña cantidad, no causa problemas, siendo común una sensación de rechazo y endurecimiento leve en el local, principalmente en los tres primeros meses después de la cirugía. Con el tiempo, la fibrosis se adelgaza y se vuelve más maleable, cada vez menos sentida.
Por otro lado, si muy prominente, la fibrosis puede causar irregularidades, endurecimiento importante, nodulaciones, retracciones de la piel y hasta dolor. No es vista en las primeras dos semanas, pero pasa a ser vista y sentida generalmente después de 14 días, pudiendo agravarse en los tres primeros meses. Entre 6 meses y un año de la cirugía tiende a suavizar, pero puede dejar secuelas.
La parte más importante para minimizar la fibrosis, ya que es inevitable, es una técnica quirúrgica poco traumática. Cuanto menor sea el daño, menor será la cicatriz. Por esta razón suele usar sólo cánulas finas en las lipos y hacer la
vibrolipoaspiración .Drenaje linfático también es esencial en cirugías con grandes desprendimientos de la piel, para minimizar el acumulo de líquido en los tejidos y en los espacios entre la piel y el músculo. Cuanto más líquido retenido, mayor será la cicatriz para tapar el espacio entre los tejidos, o sea, mayor la fibrosis. El ultrasonido asociado al drenaje linfático también es fundamental para reducir la fibrosis, modulándola y haciéndola más delgada. Lógicamente, no podemos olvidar la parte del paciente, la genética. Hay pacientes con más propensión a la fibrosis que otros.
Incluso si está presente, una fibrosis en las etapas iniciales (14 a 21 días de la cirugía) es mucho más fácilmente tratada y resuelta que la fibrosis antigua, ya endurecida y espesa. Cuanto más precozmente tratada, mayor es la probabilidad de éxito. La infusión de gas carbónico (CO2 terapia o carboxiterapia) en fibrosis debajo de la piel también ayuda en la recuperación. Al mejorar la circulación y estirar la fibrosis, el gas carbónico proporciona una reabsorción y laceración de la cicatriz.
Visto todo esto, se concluye que la fibrosis, a pesar de ser inevitable, puede ser muchas veces modulada y, para ello, el diagnóstico debe ser precoz, lo que hace el seguimiento
postoperatorio fundamental.