Hoy el refrigerante ya ha tomado el lugar del agua en los hábitos alimenticios de muchas personas. Algunos beben durante las comidas y otros durante el día, como una forma de refrescarse. ¿Pero el refrigerante es realmente el líquido más indicado para ser tomado con tanta frecuencia?

La composición de los refrigerantes en general tiene cafeína, colorantes, conservantes y acidulantes, generalmente el ácido fosfórico. Además, los refrescos traen grandes cantidades de azúcar y en el caso de los refrigerantes light, diet o cero, edulcorantes artificiales.

Uno de los peligros del consumo excesivo de refrigerante, es que la bebida puede llegar a dañar los dientes de forma irreparable. Se cree que el acidulante puede causar erosión dental y el exceso de azúcar puede ser el principal causante de caries. Sin embargo, esta es una cuestión aún muy controvertida, que genera diferentes opiniones en diferentes especialistas.

La erosión dental, sin embargo, puede ser tanto benéfica como maléfica para nuestros dientes. Incluso el propio estómago posee elementos corrosivos que causan erosión. Sin embargo, el exceso de acidulante presente en estas bebidas puede agravar esta reacción, generando sensibilidad en los dientes y mala apariencia. Los riesgos de los refrescos para la salud dependen de algunos factores, como frecuencia del consumo, hábitos alimenticios, higiene bucal además de otros bajo los cuales tenemos menos control, como contenido de ácido de los refrescos, cantidad y composición de la saliva.

La boca tiene bacterias que liberan ácidos cuando consumen el azúcar presente en ella. Estos ácidos pueden generar una pérdida de minerales y la consiguiente aparición de caries en los dientes. Los refrescos sin azúcar, a su vez, poseen grandes concentraciones de carbohidratos fermentables que también pueden llevar al surgimiento de caries.

Si es así, es difícil elegir el tipo de refrigerante que se puede consumir libremente sin restricciones y que no cause ningún tipo de problema. En este caso, quizás la mejor opción sea no consumir refrescos o limitar bastante su ingestión.