Si usted sufre con rinitis alérgica, es posible que siempre tenga en mente una lista de sospechosos responsables de causar la incomodidad, como ácaros, polvo, polen, los de animales, entre otros. Pero, ¿ya has parado para pensar que tu comida también puede ser culpable?

De acuerdo con el otorrinolaringólogo del Hospital CEMA Marcelo Mello, esta es una posibilidad que usted, definitivamente, debería considerar, incluso a la hora de tratar una crisis alérgica. "Actualmente, con el desarrollo de las investigaciones en el campo de la inmunoalergología, ya se sabe que el aspecto nutricional es participativo del proceso de prevención y cura de algunas enfermedades respiratorias", explica. Esto ocurre porque, mientras algunos alimentos tienen acción anti-inflamatoria, bactericida, fluidificante y descongestionante que mejoran el sistema inmunológico, otros, como los alimentos muy templados, activan la respuesta alérgica, empeorando los cuadros de picazón, estornudos, congestión nasal y falta de aire.

A continuación usted encuentra una lista hecha por el especialista con consejos que comer y que evitar para pasar lejos de la rinitis.

Alimentos que mejoran las molestias de la rinitis

Comenzando por el vaso medio lleno, es decir, por los alimentos indicados para quien sufre con el problema. Marcelo Mello cita que las vitaminas, los minerales, los aceites y las enzimas son las sustancias más benéficas, por ser expectorantes naturales que también ayudan en la eliminación del moco. En el caso de la rinitis alérgica, como un hidratante para el organismo, que ayudará a fluidificar las secreciones y la secreción de los alimentos, lubricar las mucosas.

Granos y semillas:

por contener flavonoides, sustancia de efecto anti-inflamatorio, alimentos como castañas, semillas de linaza, entre otros, son aliados en el tratamiento de la rinitis. Tás:

además de la sensación de calidez y de relajación que proporcionan, los tés también poseen flavonoides, lo que significa más acción anti-inflamatoria. El secreto está en la Omega-3, sustancia que protege las vías aéreas y ayuda en el combate a las inflamaciones. Siendo así, dé preferencia por peces ricos en la sustancia, como atún, sardina y salmón.

Frutas cítricas: gracias a la presencia de vitamina C y de antioxidantes en abundancia, frutas como el limón y la naranja se alian en el fortalecimiento del sistema inmunológico.

Frutas y vegetales: estos alimentos siempre son saludables, pero, en el caso de la rinitis alérgica, dé preferencia a los vegetales de verde más oscuro, ya que contienen clorofila, sustancia antioxidante. Otra buena opción es consumir zanahoria, mango, acerola y calabaza, ya que también son antioxidantes gracias a los carotenoides.

Ajo y cebolla: de acuerdo con Marcelo Mello, los dos ingredientes siempre deberían ser usados ​​como condimento, ya que poseen enzimas capaces de combatir infecciones por bacterias, virus y hongos, una buena para quien tiene rinitis alérgica.

Abacaxi: entre todas las frutas, el destaque para la piña es justificado por contener bromelina, una sustancia que reduce la inflamación y la congestión nasal.

Jengibre: no es casualidad que está presente en varios remedios para gripes y resfriados. Esto se debe a que el jengibre tiene acción astringente y expectorante.

Miel: otra presencia casi garantizada en los medicamentos para la gripe y resfriados, la miel tiene propiedades bactericidas, anti-inflamatorias, fungicidas y expectorante, es decir, un plato lleno para quien sufre con rinitis alérgica.

Es importante reforzar que estos alimentos sirven tanto para combatir como para prevenir las crisis de rinitis. Siendo así, lo ideal es incluirlos en las comidas del día a día, principalmente aquellos de uso cotidiano, como frutas, vegetales, granos, ajo y cebolla. Cuando la rinitis "ataca", refuerza también el consumo de alimentos puntuales, como piña, miel y jengibre. Alimentos que empeoran las molestias de la rinitis

Pues es, hablar que la dieta influye en la rinitis significa que también puede tener un efecto negativo dependiendo de los alimentos consumidos. De manera general, Marcelo dice que "comidas muy calientes o alimentos muy templados y ácidos activan la respuesta alérgica por medio de la histamina, que tiene una poderosa acción vasodilatadora". Como ejemplo, cita la capsaicina presente en la pimienta que, como mucha gente sabe por experiencia, "hace que la nariz escurra, rasque, obstruye, además de provocar estornudos", dice. Compruebe a continuación otros alimentos que deben ser evitados por quienes sufren con la rinitis:

Trigo y cereales:

alimentos como cebada, maíz, avena, centeno y harina de trigo representan un doble problema para quien tiene rinitis. Por un lado, aspirarlos puede desencadenar problemas respiratorios, como el asma y la bronquitis. De otro, su consumo aumenta la producción de moco debido al gluten.

Dulces:

principalmente los que llevan chocolate. Más que el azúcar, el gran problema está en el hecho de que estos alimentos generalmente contienen otros ingredientes potencialmente alergénicos, como leche, soja, nueces y maní, que pueden inflamar la mucosa nasal.

Bebidas alcohólicas: causan la vasodilatación y la obstrucción nasal, es decir, mejor quedarse con el agua, con el té y con el jugo de limón.

Leites y derivados: la culpa por el empeoramiento de la rinitis con el consumo de estos alimentos es de la caseína, una proteína que, al dejar el moco más espeso, dificulta el tratamiento de enfermedades respiratorias.

Alimentos industrializados: que ellos hacen mal para la salud como un todo no es novedad. En el caso de la rinitis, los sulfitos, nitritos, conservantes y colorantes presentes en enlatados, embutidos, fast-foods, etc. provocan un empeoramiento de la alergia y de la dificultad respiratoria.

Por supuesto que no es porque usted tiene rinitis alérgica que nunca podrá comer chocolate, tomar una cerveza, o almorzar en la plaza de alimentación del centro comercial. La recomendación es hacer un consumo moderado de estos alimentos, además de evitarlos en algunas situaciones, como en viajes o antes de una presentación en el trabajo, por ejemplo.