Los cuidados con la salud de los niños son siempre importantes y en casos de sospechas de alguna enfermedad, cuanto antes el diagnóstico y el tratamiento, mejor. Con la llegada del frío y el cambio de temperaturas, muchos niños pronto empiezan a presentar síntomas como tos, sibilancias en el pecho (especialmente al expirar) y falta de aire, lo que puede caracterizar asma. Pero según el pediatra, miembro del Departamento Científico de Alergia e Inmunología de la Sociedad Brasileña de Pediatría (SBP), Wellington Borges, cerca del 50% de los bebés puede presentar al menos un episodio de esos, sin jamás convertirse en asmáticos.

"Comenzamos a pensar el diagnóstico de asma en niños de más de 2 años y después del cuarto episodio, principalmente si el padre o la madre tienen antecedentes de la enfermedad. Es bueno recordar que el diagnóstico es totalmente clínico y no existe ningún examen de laboratorio que lo confirme ", explica el experto. El asma es una enfermedad crónica caracterizada por un proceso inflamatorio de las vías aéreas inferiores . Como no existe cura para el problema, la principal forma de lidiar con él es promover un tratamiento adecuado para el paciente.El tratamiento para asma

se realiza de dos maneras: el preventivo, que busca controlar la inflamación en los pulmones y utiliza corticoides inhalados y spray, también conocidos como bombinhas. "El uso de estos artificios disminuye la sensibilidad del paciente y por consiguiente evita las crisis", explica el pediatra vicepresidente del Comité de Neumología de la Sociedad de Pediatría de Rio Grande do Sul (SPRS), Diego Djones Brandenburg. El segundo tratamiento alivia los síntomas con el uso de sustancias broncodilatadoras para abrir los bronquios y minimizar la crisis. "Estos medicamentos tienen efecto rápido, pero luego pierden su efecto y los bronquios se vuelven a cerrar. Por eso es muy importante hacer un tratamiento aliado a los medicamentos preventivos ", explica Brandenburg. Los cuidados con un niño asmático deben incluir orientaciones generales como lavarse las manos con frecuencia y evitar el polvo, los materiales tóxicos, los tintes, los disolventes y los productos de limpieza. El contacto con ácaros, moho y los de animales debe ser reducido. Además de tratar la enfermedad de forma adecuada, la familia debe estimular al niño a realizar actividades al aire libre. "Es fundamental evitar aglomerados humanos en ambientes cerrados, como compras, aeropuerto o cine, pues las infecciones respiratorias virales son las principales desencadenantes de crisis agudas de asma y, en ambientes cerrados, es más fácil a la propagación de esas enfermedades infectocontagiosas", explica Borges .

La exposición de un asmático al humo de cigarrillo también puede ser un gran peligro. "El cigarrillo, además de poder desencadenar una crisis, es capaz de bloquear los efectos de la medicación, agravando el caso", enfatiza Brandenburg. Pero atención, no sólo la exposición al humo que puede causar problemas, las ropas de los tabaquistas quedan impregnadas del cigarrillo y también deben ser evitadas.

Por fin el pediatra Brandenburg enfatiza que la enfermedad no tiene cura, pero puede ser controlada y el asmático tendrá una vida normal. "El asma, así como la diabetes y la presión alta, si se trata de forma adecuada, posibilita que la persona deje de sentir los síntomas, lo que llamamos paciente en remisión. Pero nunca hablamos de sanación, porque sin el tratamiento los síntomas reaparecen ", finaliza el médico.