En un día estás muy cansado para el sexo. En el otro usted simplemente no está a punto. Y pasan semanas y usted no buscó a su pareja y lo esquivó cuando él la buscó. De repente usted notó que no siente más voluntad de transar. ¿Y ahora? ¿Será que es sólo una fase o un problema serio? Es posible que usted esté con inhibición del deseo sexual, que según una encuesta del Proyecto Sexualidad, del Hospital de las Clínicas (Prosex / USP) realizada en 2004, fue la queja de cerca del 8,2% de las mujeres entrevistadas.

El psicoterapeuta sexual Marcelo Toniette explica que "la inhibición del deseo sexual está relacionada con poca disponibilidad o la ausencia de una persona en fantasiar o involucrarse en situaciones de actividad sexual." El síntoma más común es justamente la desmotivación para el sexo y cualquier situación relacionada con él. El psicoterapeuta sexual, del Instituto Paulista de Sexualidad (Inpasex), Oswaldo M. Rodríguez explica que "el deseo sexual es un mecanismo con bases biológicas, pero con modificaciones y direccionamientos producidos por el mundo social y la interacción interpersonal o intersubjetiva". Esto significa que aun siendo un proceso biológico, los factores sociales pueden interferir directamente en este proceso. Y cuando una persona pasa por una fase problemática como estrés, depresión, pérdida de alguien, crisis en la relación o alguna enfermedad, estos factores pueden desencadenar la inhibición del deseo sexual. "El deseo está básicamente asociado a la sensación de bienestar, que comprende el equilibrio entre aspectos psicosociales y físicos. Si esta sensación está comprometida, es muy probable que el deseo sexual sea perjudicial ", ejemplifica Toniette. El trastorno también puede estar relacionado con una experiencia traumática, como en casos de abusos sexuales. Las personas que recibieron una educación muy rígida, donde el sexo fue un tema reprimido, también pueden crear una expectativa negativa en relación a la participación sexual y tener dificultades para establecer así el deseo.

Pero es importante estar atento a sus propias necesidades y expectativas. No es porque los demás hablan que sienten deseo todo el tiempo o que transan más, que usted necesita sospechar de su falta de deseo para el sexo. "Es importante considerar que cada persona tiene una singularidad y que no siempre corresponde a lo que se espera en general. Pero si esta dificultad está generando incomodidad, ansiedad o angustia o incluso perjudicando las relaciones interpersonales, es hora de buscar ayuda profesional ", subraya Toniette. El especialista resalta además que generalmente el paciente sólo busca ayuda cuando es motivado por el compañero y difícilmente lo hace por cuenta propia.

El tratamiento para la inhibición del deseo sexual se basa en la psicoterapia. "La terapia se enfoca en la sexualidad, con base teórica y técnica en la psicología cognitiva conductual. Suele ser un tratamiento más largo que en otras disfunciones sexuales, pero en algunos meses el problema puede ser superado ", explica Rodrigues. La psicoterapia sexual tiene como objetivo ayudar al paciente a percibir su sensibilidad; ayudar a las dificultades en la relación, tanto en el aspecto afectivo, como en el sexual y desarrollar referencias sensoriales gratificantes y asociadas al placer.

Es importante buscar ayuda para no generar problemas como la dificultad de relacionarse, falta de intimidad o el rompimiento de una relación. "Con el paso del tiempo, la persona deja de percibir su sexualidad como posibilidad de placer y, por consiguiente, ese aspecto de su vida pierde el sentido", finaliza Toniette.