Esta proteína se produce en el organismo humano desde el nacimiento. Sin embargo, en la madurez femenina, la deficiencia de estrógeno hace que haya una disminución de la cantidad de fibroblastos, células responsables de la producción del colágeno.

La disminución del colágeno hace que los músculos quedan flácidos, la densidad de los huesos disminuye, las articulaciones y ligamentos pierden su elasticidad y fuerza, y el cartílago que envuelve las articulaciones se vuelve frágil y porosa. La deficiencia de esta sustancia está también asociada al desaceleración de la actividad de las glándulas sebáceas y sudoríparas, que producen la oleosidad que protege la piel, causando deshidratación y pérdida de elasticidad de la piel, que provocan la sensibilidad que lleva a la mala cicatrización, flacidez ya la aparición de arrugas y manchas.

Estudios muestran que a partir de los 30 años, el cuerpo sufre una pérdida anual de aproximadamente un por ciento de colágeno. "En la madurez, que llega alrededor de los 50 años, producimos en promedio apenas el 35% del colágeno que necesitamos", afirma la especialista Ione Queiroga, nutricionista de Onvitta da Onodera.

Sin embargo, la reducción del colágeno no está relacionada con la llegada de la madurez, ya que los factores externos también pueden reflejarse negativamente en los niveles de la proteína. "Hábitos como el tabaquismo y la exposición solar excesiva reducen la oferta de colágeno en el organismo, afectando la sustentación y la elasticidad de la piel, eso sin hablar del estrés, que causa el envejecimiento precoz de las células y consecuente pérdida del nutriente", comenta Beatriz Botequio de Moraes, nutricionista de Equilibrium Consultoría en Nutrición y Bienestar.

Reposición del colágeno

El colágeno puede ser restablecido en nuestro organismo a través de una alimentación equilibrada. Los alimentos de origen animal, como las carnes rojas, por ejemplo, son excelentes fuentes de colágeno. En algunos casos se recomienda la suplementación a través del uso diario de colágeno extraído industrialmente de los huesos, pieles y tendones de animales.

Un estudio realizado en la Universidad de Kiel en Alemania mostró que la suplementación de colágeno en la dieta diaria normal ayuda a prevenir y tratar las enfermedades degenerativas de los huesos y las articulaciones como las osteoartritis y la osteoporosis, permitiendo evitar el uso de analgésicos y anti inflamatoria.

Además, el Medcin Instituto de la Piel y Dermatología, de São Paulo, en una investigación clínica identificó que la ingestión de suplemento de colágeno contribuye a la firmeza, elasticidad e hidratación de la piel.

Los resultados mostraron que las mujeres que consumieron cinco gramos por día tuvieron un aumento del 17% en la hidratación, el 5,5% en la firmeza y el 10% en la elasticidad de la piel.

Algunos médicos, basándose en estos estudios, están indicando la reposición de colágeno a través de suplementos tanto como una nueva herramienta para tratamientos de osteoartritis y para el mantenimiento de la belleza.

Beneficios de la suplementación del colágeno

La suplementación de colágeno no es una necesidad exclusiva de las mujeres maduras. Usarlo antes de los 30 años, además de prevenir futuros daños a la salud de la piel y de las articulaciones, contribuye al fortalecimiento de las uñas, cabellos e incluso para el adelgazamiento y combate a la celulitis y las estrías.

El colágeno contribuye al adelgazamiento, pues genera saciedad. Si se consume antes de las comidas, el colágeno ayuda a reducir el apetito. Según Valéria Goulart, nutrologa de la Asociación Brasileña de Nutrología, la versión en polvo es la más indicada para auxiliar en el adelgazamiento: "Es que forma una especie de gel que se expande en el estómago y ocupa espacio, disminuyendo el hambre", explica.

El colágeno también estimula la quiebra de la grasa al mejorar el metabolismo de las proteínas, lo que ayuda en el aumento de la masa muscular, garantizando un cuerpo firme y sin celulitis. El combate a la celulitis se da aún porque el colágeno mejora el sistema linfático, barriendo más fácilmente las toxinas.

La suplementación de colágeno no tiene contraindicaciones, pero lo ideal es conversar con un médico para que éste pueda evaluar correctamente la cantidad de colágeno indicada para atender su necesidad, sea ésta relativa a aspectos de salud o estéticos.